El diario “Ya” apareció, antes de nuestra guerra civil como periódico vespertino. Después de la guerra fue, durante muchos años, un diario de la mañana de referencia en la prensa nacional. Recuerdo su redacción en la calle Alfonso XI, y después su paso al entonces nuevo edificio de Mateo Inurria, que a los redactores les parecía que estaba lejísimos.
Colaboré alguna vez en el diario pero, sobre todo, tuve grandes amigos en su redacción. Quiero dedicar un entrañable recuerdo a Antonio José González Muñiz, recientemente fallecido, con el que compartí muchos años de información parlamentaria, y a Alejandro Fernández Pombo, afortunadamente vivo, que dirigió el diario y fue Presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid.
El final de “Ya” fue algo más que doloroso, fue lamentable, en manos de desaprensivos que rompieron los principios éticos que fueron guía del diario hasta su injusto final. Ahora un puñado de jóvenes entusiastas relanzan el periódico, utilizando las nuevas vías informáticas de la información.
Le deseo una larga vida, y que puedan seguir la estela histórica de aquél “Ya” que hizo de la información veraz, seria, rigurosa, responsable, su razón de ser.