El rey Juan Carlos admite que España tendrá que hacer "bastantes" o “muchos” sacrificios en el futuro
Pedro Sáez Martínez de Ubago. En unas declaraciones a la prensa, a su llegada al Congreso de los Diputados este miércoles, el rey Juan Carlos admitía que España tendrá que hacer "bastantes" o “muchos” sacrificios en el futuro.
Dada la situación, esto no tendría nada de particular si no fuera porque las palabras del monarca precedían a su asistencia a una comida que, según explicaciones del propio Bono, se celebra cada mes y a ella acuden habitualmente los altos representantes del Estado: el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; el del Congreso, José Bono; y el del Senado, Javier Rojo; el del CGPJ y el Tribunal Supremo, Carlos Dívar y el del Tribunal Constitucional, Pascual Sala, y en el que el turno de anfitrión va rotando entre las diferentes sedes de los poderes del Estado.
Esta vez ha tenido lugar en el palacio de la Carrera de San Jerónimo, porque en él se ha efectuado el acto de sanción de la reciente reforma constitucional por Su Majestad el Rey, quien ha sido invitado a participar en dicha comida por vez primera y por iniciativa de José Bono.
Este almuerzo tan particular puede enmarcarse en el contexto de las múltiples comidas de despedida que, desde hace meses, viene celebrando José Bono y por las que han ido pasando portavoces parlamentarios, letrados, ujieres, secretarias y personal de limpieza y asistencia del Congreso… y cuando, al parecer ya no faltaba nadie, el Presidente del Congreso ha tenido a bien invitar al Rey.
Junto a José Bono, don Juan Calos y los otros personajes mencionados, reunidos en torno a una mesa en el despacho del presidente de las Cortes, a la que también asistieron los miembros de la Mesa de la Diputación Permanente, Teresa Cunillera, Ignacio Gil Lázaro, Ana Pastor y Javier Barrero, nuestras autoridades disfrutaron de un menú a base de ensalada de bogavante con tomate y tartar de salmón, lomo de rodaballo con verduritas asadas y fruta preparada con sorbete de manzana verde, sin mencionar los vinos, cafés y licores, presumiendo que habrán cumplido la ley antitabaco.
Esta refacción tan modesta que a cualquier ciudadano sirven en el menú del día de un restaurante o en su comedor de empresa, constituye un magnífico colofón para la legislatura que ha congelado las pensiones, ha rebajado el sueldo de los funcionarios, ha retrasado la edad de jubilación y aumentado los años de cotización a la seguridad social y reformado la Constitución a fin de limitar el gasto público y luchar contra la crisis.
Sin embargo, los sacrificios anunciados por el Rey, parece que no le van a afectar a él y a su familia porque, al prorrogarse los Presupuestos Generales del Estado y hasta que el nuevo Gobierno no elabore otros, la Casa Real percibirá en 2012 la misma asignación por parte del Estado que en 2010, sin rebajas ni recortes, por un monto de 8,43 millones de euros.
Esto es lo que comúnmente se llama predicar con el ejemplo y, seguro que a su luz, los ciudadanos nos resignaremos con mayor contento a los sacrificios anunciados por nuestro soberano, recordando que, como escribió Goethe: “un noble ejemplo hace fáciles las acciones más arduas”.
PEDRO SÁEZ MARTÍNEZ DE UBAGO