España en barrena ¡Elecciones ya!
Miguel Massanet Bosch. Parece que ya se han acabado los tiempos en los que el gobierno negaba la llegada de la crisis, se reía y trataba de antipatriotas a los españoles que anunciaban que, España, entraría en recesión y que el desempleo seguiría en aumento. Parece, también, que las fanfarronadas del señor Rodríguez Zapatero en Washington, presumiendo de nuestro nivel de vida y burlándose de Berlusconi y Sarkozy, han quedado en agua de borrajas y que las promesas, cien veces repetidas por nuestro Presidente, de que “mañana todo va a mejorar” han resultado meras especulaciones oníricas sin que, debajo de la volatilidad de las palabras, quedara el menor resquicio de lo que debería haber sido un sólido proyecto económico, un estudio, hecho con rigor y realismo, de nuestra situación social y un plan de choque, efectivo y valiente, capaz de dejar aparte los intereses partidistas y la demagogia, fácil y ramplona, de una política oportunista y sectaria, para dejar paso a un acuerdo sensato, generoso y carente de reservas mentales, que hubiera permitido que todos los partidos del arco parlamentario, cediesen en sus reivindicaciones específicas, para unirse a la causa común de intentar encontrar la mejor salida, la menos onerosa y la más racional, al problema de nuestra nación.
La pura y decepcionante realidad es que, España, en manos del señor Rodríguez Zapatero y sus ministros, apoyados por la chusma populachera de los de la farándula y los "progres", ha entrado, empujada por lo que está sucediendo en Grecia y lo que ya se está palpando en Portugal, en una deriva que amenaza con dar al traste con el país y con las pocas esperanzas que nos podían quedar, a los ciudadanos, de entrar en recuperación. Sin embargo, a pesar de haber llegado al 20’5 % nuestra tasa de desempleo, lo que eleva la tasa de obreros en paro a la impresionante cifra de 4.600.000 y no obstante estar incrementando nuestro déficit público y vernos obligados, cada día que pasa, a soportar un mayor gravamen por la deuda que colocamos o intentamos colocar en los mercados extranjeros –el Bono español ya se está situado por encima del 4%, lo que obligará al Gobierno a emitir mas Deuda o a subir los impuestos, como ya tiene previsto hacer a partir del mes de julio –, no hay signos de que ZP esté por la labor de emprender reformas del mercado de trabajo y un cambio en las estructuras dañadas de la economía..
Emitir Deuda para poder pagar los intereses de la que vence si, además, supone pagar unos intereses más elevados por las nuevas emisiones, significa entrar en una dinámica de empobrecimiento que, si no se consigue parar con la recaudación de impuestos, entre ellos el IVA, porque las ventas estén colapsadas, debido a la gran masa de desempleados, al estancamiento, al recorte de las retribuciones o por la amenaza inminente de perder el empleo o debido a que los pensionistas se estrechan el cinturón en previsión de no poder atender sus compromisos; es obvio que no van a proporcionar la liquidez que el Gobierno espera alcanzar de esta medida tan impopular. Hay que valorar muy negativamente el hecho de que S&P haya puesto en la picota la Deuda griega y, de paso, haya sembrado dudas sobre la portuguesa, lo que ha causado tal revuelo en las Bolsas europeas que han acusado la mala noticia con bajadas generalizadas, y una de las más importantes la de la Bolsa española que ha registrado unas pérdidas del 4%, el martes y un 2% el miércoles, de esta semana.
Así las cosas el señor ZP sigue su habitual costumbre de engañar a los españoles, dando datos falsos en su comparecencia en la sesión de Control al Gobierno para intentar zafarse de la debacle que está impactando su gestión. Aseguró que las “afiliaciones a la seguridad social” subieron en 22.000 personas en el mes de marzo cuando, en realidad, bajaron en, ¡34.000 cotizantes!; afirmó que los ingresos del Estado, al cierre de marzo, habían crecido en un 0’8% cuando, de hecho, la recaudación neta en el primer trimestre descendió en, ¡un 1’9%!; nos aseguró que el déficit público “mejoraba” y, no obstante, hasta marzo, se había registrado un déficit de 8..900 millones de euros lo que significa un incremento del 17’5% interanual etc. No se observa en ZP, aparte de un evidente deterioro en su aspecto y en una falta de reflejos poco corriente en él, el menor atisbo de que tenga un plan, de que su gobierno haya conseguido poner orden en los números y que esté dispuesto a rectificar; antes al contrario, toda la táctica del PSOE se está centrando en atacar a su rival el PP, en intentar desacreditarlo y en conseguir contentar a los catalanes que, por cierto, han iniciado por su cuenta una campaña de acoso y derribo de las instituciones, en especial del TC, asociándose para tal empeño, el PSC de Montilla con CIU de Mas, para presentar un proyecto para intentar desarbolar al Alto Tribunal a efectos de que no pueda emitir su sentencia sobre la constitucionalidad del Estatut, que ellos ya don por supuesto que no favorecerá a sus ansias independentistas y sus desmesuradas demandas de financiación y un sistema de negociación con el Gobierno centrar de carácter bilateral o sea “de tú a tú”.
Ante semejante boutade (no olvidemos que con el apoyo de abogados como el señor Durán y Lleida o el señor Roca), en la que se sostiene que la voluntad de los catalanes
,(sólo votaron un 30% del censo y hubo votos en contra o en blanco) se ha de respetar por encima de la Constitución y de las decisiones del TC y que dicho tribunal “se ha de declarar incompetente” para tratar los recursos que se presentaron por el PP, el Defensor del Pueblo y algunas autonomías. Hasta un niño de párvulos entendería con facilidad que, el Tribunal Constitucional, como su nombre indica, es el filtro por el que han de pasar las leyes, cualquiera que fuere su procedencia y graduación, para comprobar que, en ellas, fueren quienes fueren los que las votaran y las apoyasen, no pudieran existir artículos, propuestas, obligaciones o derechos que pudieran estar contraviniendo alguno de los preceptos constitucionales. Por ello, resulta absurdo e inútil cualquier esfuerzo de deslegitimar a un tribunal cuya función específica, aparte de competencias en cuestiones de terrorismo, es garantizar a cualquier español que ningún gobierno autonómico, fuere cual fuere su filiación política, pudiere poner en cuestión, por ejemplo: la unidad de la nación española; la obligatoriedad de conocer y poder expresarse en castellano; el derecho a la educación de los hijos y a enfocar su formación moral, ética o religiosa etc., cuando la Constitución así lo ordenase.
En todo caso, es evidente que hemos entrado en una fase en la que ha quedado evidenciado que, nuestros actuales gobernante, son incapaces de sacarnos del atolladero; que sólo saben distraernos, de la paupérrima situación del país, con bufos intentos de crear inquietud en la población con proyectos absurdos; ataques indiscriminados a nuestras creencias; imposición de más impuestos y aumento de subvenciones para poder pagar los subsidios del chorro de desocupados que cada día va aumentando, sin que hayan sido capaces de implantar una sola medida que haya contribuido a facilitar a las empresas un modo de financiarse, aumentar su liquidez y darles la libertad precisa para reestructurarse, a fin de poder mejorar su competitividad con las empresas que les hacen la competencia desde fuera de España. ¡Señores, España no está en condiciones de continuar soportando tanta ineptitud, sectarismo, adoctrinamiento y temeridad, por parte de un Gobierno incapaz de ser respetado fuera del país y de gobernar eficazmente dentro de él! Elecciones, ya.