La elegancia de Boz Scaggs
Déjenme presentarle. Nuestro protagonista de hoy nació en Ohio en 1944 y a los 12 años ya hacía sus pinitos con la guitarra. Pronto decidió dedicarse a la música y lo intentó en solitario sin mucho éxito. Ante tan triste evidencia, en 1967 se trasladó a la fascinante California psicodélica de la época y allí se encontró con un viejo amigo llamado Steve Miller que acababa de formar una banda, la Steve Miller Band, claro. Con ellos grabó dos buenos discos: Children Of The Future y Sailor y poco después volvió a intentarlo por su cuenta. La cosa no funcionó mucho al principio, pero en 1976 grabó un vinilo, lleno de aterciopelado rhythm and blues y baladas conmovedoras, que le hizo vender todo lo imaginable. Se llamó Silk Degrees y lo puso de moda en todo el mundo. Una moda que pasó como llegó y que dejó a nuestro hombre con la habitual, selecta y reducida clientela habitual.
Una clientela que no le abandona y rastrea sus producciones con una dedicación admirable. La última se llama Speak Low y justifica la búsqueda. El ya veterano y sabio Scaggs vuelve a dedicarse al repertorio estándar, que ya abordó con éxito en But Beautiful (2003), y consigue un disco calido y lleno de vida, por medio de un puñado de viejas canciones a las que inyecta sangre nueva. Hay que escuchar sus interpretaciones de clásicos como I´ll Remeber April o Ballad of The Sad Young Men para comprobar hasta donde puede llegar la elegancia de un cantante en estado de gracia y de un grupo de músicos que conoce y quiere las composiciones que revisa.
Pocas escuchas me parecen tan recomendables para el frío que se avecina. Junto a una buena compañía y el ambiente adecuado admite pocas comparaciones. Ahora sólo queda encontrarlo, por supuesto.