Separatistas catalanes: Enfadados con el mundo mundial
Manuel Para Celaya. Su enfado es manifiesto: con Rajoy, por supuesto, más por ningunearlos que por contradecirles; con el Rey, a quien, con ocasión de su mensaje de fin de año, despreció públicamente el Sr. Mas; con la oposición socialista, por insistir en eso del federalismo y no apoyarles; con los llamados “fachas”, que, en Cataluña, son todos los que no piensan como ellos (a juzgar por la pintada que apareció en mi portal: “Españolismo es fascismo”). Ahora les ha tocado el turno a los de “Podemos”, a quienes asimismo han puesto como chupa de dómine por su aparición pública en Barcelona. Y me dice al oído un pajarillo que también están sumamente cabreados con don Álvaro Sáenz de Heredia por persistir en su musical sobre José Antonio Primo de Rivera.
Podemos: De la inequívoca identificación marxista del grupo y de su líder viene mi principal discrepancia
Manuel Parra Celaya. Tanto las gentes de derecha del partido en el poder como las gentes de izquierda del partido de la oposición acusan al líder indiscutido e indiscutible de Podemos de demagogo. Posiblemente tienen razón, ya que, como buena expresión de eso que llaman populismo, ha sabido recoger la indignación de una parte de la sociedad, sobre todo de la juvenil, y señalar las villanías del Sistema.
Sobre el boicot a los productos catalanes
Manuel Parra Celaya. El tema no es nuevo, y suele repetirse por estas fechas prenavideñas, del mismo modo que los papanoeles en la puerta de los grandes almacenes, las luces callejeras y los anuncios de la Lotería Nacional. Me refiero a las propuestas y contrapropuestas de boicot a determinados productos, según las inclinaciones políticas de sus supuestos propietarios y de los usuarios de blogs, cuentas de twitter y demás medios telemáticos. La clave para mi rechazo a los boicots me la proporcionó, hace un par de años, una postal navideña del gran poeta sevillano Aquilino Duque; junto a unos impagables versos suyos, me ofrecía la siguiente leyenda a pluma: “Brindo con cava catalán por la unidad de España”.
La venganza histórica de los que falsean la historia
Manuel Parra Celaya. Cuentan que la Inquisición mandaba quemar en efigie a los réprobos huidos o ya fallecidos, trasladando así la condena a la hoguera más allá del espacio y del tiempo; no sé si es verdad, porque aquellos románticos del siglo XIX falsearon la historia como les vino en gana y les pedía el cuerpo…
Pobre España, Sacudida, otra vez, por la “triple división”
Manuel Parra Celaya. ¡Pobre España, entre el odio y la indiferencia! Sacudida, otra vez, por la “triple división” que diagnosticara José Antonio Primo de Rivera: la de las clases (esa casta política en la que impera la corrupción), la de los partidos (incapaces de poner el interés nacional por encima del suyo), la de las tierras (con semillas, más o menos virulentas de dispersión en muchas de ellas).
¿ME HAN LEVANTADO LA CAMISA?
Manuel Parra Celaya. Hoy, 8 de noviembre de 2014, tengo la casi completa seguridad de que, contra toda ley y contra todas las promesas del Presidente del Gobierno español, mañana se va a llevar a cabo la “consulta” secesionista en Cataluña.
“NO HAY CAMPO SIN GRILLO…
Manuel Parra Celaya. ..ni hortera sin amarillo”, dice el refrán. Al repetirse el decorado en el pueblo siguiente, mi alarma fue en aumento: ¡epidemia! Detuve el coche y pregunté a un transeúnte, quien, en tono socarrón, me aclaró que se trataba de la propaganda de la Asamblea Nacional de Cataluña para el 9N, quien había diseñado sus múltiples y variados carteles y pancartas con el mismo color.
Los expertos
Manuel Parra Celaya. Dicen los políticos que esta es la generación mejor preparada, pero considero que se quedan cortos, ya que, más que un tema generacional o de edad, parece que es toda la sociedad española la que ha adquirido unos niveles de conocimientos desconocidos a lo largo de nuestra atormentada historia.
La Cataluña de a pie
Manuel Parra Celaya. Con permiso de Hemingway, tomo la frase prestada: el centro de Barcelona era el domingo una fiesta (perdonen el plagio, pero aún me dura el subidón y no puedo menos que hacer partícipes a los lectores). La concentración en la plaza de Cataluña ha sido un éxito, de esos que no pueden pasar desapercibidos a tirios ni a troyanos, es decir, a separatistas y a separadores.
Cataluña y la partida de ajedrez
Manuel Parra Celaya. El juego comienza a llevarnos a muchos catalanes que nos sentimos profundamente españoles, no al descorazonamiento, sino a la desconfianza más profunda: desconfianza en el ordenamiento jurídico, ese que es incumplido una y otra vez por la Generalidad sin que nadie diga absolutamente nada; desconfianza en la propia Constitución, que parece papel mojado para los separatistas y también para quienes la obligación de velar por su cumplimiento