“Quisiera ser tan alto…” , un paseo de 40 años por la música española
Luis de Haro Serrano
Cuando la amenidad, el conocimiento y la profundidad se unen, lo normal es que surjan obras como esta de José Luis Temes, uno de los directores de orquesta más vinculados a la música española, histórica o contemporánea, que tiene en su haber el difícil bagaje de 106 CD’s grabados, más de un millar de conciertos dirigidos, entre los que se cuentan, como mínimo 35 estrenos.
En “quisiera ser tan alto…” el autor nos invita a realizar un desenfadado paseo de cuarenta años por ese atractivo camino de la música española a la que tanto ama y de la que tanto le gusta hablar, como lo demuestran estas casi doscientas páginas que con una cuidada y cómoda presentación ha preparado Ediciones Línea, ilustrando la portada con la clásica gracia del singular Peridis.
En sus recuerdos de 40 años de música Española, repletos de singulares anécdotas presentadas con la delicadeza y el respeto que caracterizan todas sus intervenciones, públicas o privadas, no elude ningún aspecto o dato que pueda reforzar la bondad y el carisma de sus interlocutores, ni del suyo, que sirvan para que el lector desee recorrer de un tirón esas páginas llenas de frescura e interés y, por encima de todo, de respeto. Sin olvidarse de su formación de médico nefrólogo tampoco elude hablar de sí mismo en estos sencillos términos: Gajes de mi estatura. Mi breve estatura me ha proporcionado singulares anécdotas. No es la menor la ocurrida ensayando con determinada Orquesta en el Auditorio Nacional. El hecho de que mi interlocutor fuera un hombre tan bien intencionado y encantador como era el trombocista que la protagonizó le quita cualquier intento de malicia. En un ensayo, los trombones se habían perdido no sé si por culpa mía o suya. Uno de ellos, en nombre de los tres se justificó dirigiéndose a mi "... Maestro, perdone, es que desde aquí le vemos muy mal, ¿le importaría ensayar de pie?”.
No solo estaba de pie sino que ni siquiera tenía banqueta en mi podio. En el descanso vino el trombocista a pedirme disculpas, pues las carcajadas de la orquesta le habían dejado muy incómodo. Es una simple muestra de su buen humor.
Otra muestra de su sinceridad es el calificativo que él mismo le da a este trabajo al que, modestamente, considera como un libro atípico, aparentemente desordenado por esa yuxtaposición de algo más de cien miradas sobre nuestro inmediato pasado musical. Estas páginas son, continúa diciendo, una muestra encantadora del amor a la profesión de un músico que la ha vivido desde dentro y sin demasiada vanidad. Yo precisaría que sin ninguna.
José Luis ha dirigido en numerosos ciclos y festivales de música en toda España, así como en ciudades como New York, Londres, París, Roma, Viena, Milán, Zagreb, Budapest, Belgrado y Lisboa, entre otras.
En el terreno de la divulgación, de la que es un auténtico especialista, ha dictado más de cuatrocientas conferencias y publicado quince títulos entre los que destacan su “Tratado de solfeo contemporáneo”, la “1ª biografía de Antón Weber”, dos volúmenes sobre “la historia perdida del Círculo de Bellas Artes de Madrid” y, el más reciente, preparado el pasado año, titulado “El siglo de la Zarzuela”. Además de otros títulos sobre narrativa.
En junio de 2009, los entonces Príncipes de Asturias le otorgaron el Premio Nacional de Música, en atención a su “inmensa labor como director de Orquesta”.