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Diario YA


 

Toda la trama es en el interior de un ataúd

Buried

Víctor Alvarado

Hace un par de semanas se estrenó Buried (2010), basado en un guión de  Chris Sparling, que estuvo rodando por Hollywood durante un año y medio porque nadie se atrevía a producir un largometraje tan arriesgado, pues toda su trama transcurre en el interior de un ataúd. Todo cambió cuando el productor, Peter Safran, se hizo con el libreto para proponerle a Rodrigo Cortés que se hiciera cargo del proyecto. El cineasta español aceptó, ya que le gustan los retos y el resultado ha sido espectacular.

La cinta, a pesar de centrar toda la acción en el interior de un ataúd, ofrece un ritmo trepidante, respaldado con un guión con algunas trampas necesarias para jugar con el espectador. Buried (2010) te atrapa desde el principio hasta el final, siendo capaz hasta de contar una historia de amor. Este cineasta consigue trasladarnos, constantemente, la tensión, sólo suavizada por situaciones cómicas combinadas con otras de mayor calado dramático.

Por último, la película cuestiona a los estados que se niegan al chantaje de los terroristas, poniéndose en el lugar de las víctimas. Un dato que nos parece negativo porque el país que cede ante las exigencias de los terroristas se acaba convirtiendo en un objetivo fácil y recurrente.

Además,  el final, elegido por el realizador, continúa la pesimista línea tan habitual en nuestros cineastas escasos de horizontes. De todas formas se acabará convirtiendo en una de las favoritas para ganar los Goya.