José María Caparrós

Este martes, 31 de mayo, Clint Eastwood cumple 81 años. Nacido en San Francisco, en 1930, es el último clásico de Hollywood. Y, junto con el maestro Manoel de Oliveira (102 años), es uno de los cineastas más veteranos del Séptimo Arte.

Como el portugués Oliveira, quien acaba de estrenar la magistral El extraño caso de Angélica y que en sus últimos años ha realizado las mejores películas, Eastwood ha dado a luz en este nuevo milenio algunos de los grandes filmes de su dilatada carrera.

Entre el 2003 y 2008, cuando ya era septuagenario, Clint Eastwood ha dirigido obras maestras como Mystic River (2003), sobre la gangrena de la violencia en la sociedad norteamericana, Million Dollar Baby (2004), con la que ganó el segundo Oscar como director –tras el que obtuvo por el western Sin perdón (1992)–, su gran díptico bélico Banderas de nuestros padres y Cartas desde Iwo Jima (2006), la todavía más perfecta El intercambio (2008), a la que siguió el mismo año la autocrítica de su personaje en los spaghetti-western y del policía Harry en Gran Torino, para concluir con el biopic de Nelson Mandela Invictus (2009) y ahora con la trascendente Más allá de la vida (2010).

Por tanto, este antiguo alcalde de Carmel (California), actor, director y productor –con su firma Malpaso–, además de compositor, está dando en plena madurez una lección del mejor cine. Clint Eastwood es un self-made man, que no sólo sigue en forma como autor, sino que con sus películas ofrece un agudo estudio de mentalidades y retrata con creces la sociedad estadounidense de ayer y hoy. Por eso le felicitamos en su nuevo aniversario.