Olimpia García Calvo

CONCAPA siempre ha luchado por la supresión de la asignatura de Educación para Ciudadanía, por haber sido configurada para adoctrinar a los alumnos sin tener en cuenta el derecho constitucional de los padres a educar a sus hijos conforme a sus principios y convicciones. De hecho, algunas Organizaciones sociales se opusieron en un principio a esta materia en el Consejo Escolar del Estado, aunque luego algunas cambiaron radicalmente de posición siguiendo la consigna gubernamental.

EpC supone una tremenda pérdida de horas lectivas que podrían ser aprovechadas mucho mejor para superar nuestro endémico fracaso escolar, potenciando por ejemplo materias como Matemáticas, Lengua o Inglés, y llevándose sus contenidos no doctrinarios a otras asignaturas de forma transversal.

Tras las próximas elecciones, CONCAPA reiterará la necesidad de suprimir EpC, o al menos de erradicar sus contenidos adoctrinadores adaptándola a los contenidos que se imparten en Europa. En todo caso, la crisis económica propicia que dentro de esta asignatura -o de forma transversal- se estudie, además de los valores constitucionales, el papel de los empresarios y los sindicatos –como ha dicho el secretario general de UGT, Cándido Méndez-, así como el ahorro y el consumo racional o el asociacionismo.

La crisis actual obliga a plantear la gran importancia que tienen los emprendedores, los que son capaces de crear un tejido productivo o empresarial que, a través de pequeñas o grandes empresas, beneficia a todo el país. Por eso, en consonancia con lo expuesto por el presidente de la CEOE, Juan Rosell, en el sentido de que el alumno consiga la cultura de crear y valorar la empresa, la Economía es una disciplina que debería contemplarse ya en los colegios. Es hora de que la realidad económica llegue también a los escolares, con el fin que valoren cuanto antes los esfuerzos necesarios para mantener solidariamente el Estado del Bienestar.