Editorial: "Rosa Díez, ¿de derechas?"
Muchos ciudadanos piensan que Rosa Díez es de derechas. No sabemos si de derechas como Gil Robles, como Aznar o como Gallardón, pero el caso es que parece que es de derechas. Sin embargo, desde estas líneas siempre hemos mantenido que no, que la candidata de UpD a las distintas elecciones que vayan surgiendo es, básicamente, una socialista. Enfadada con Zapatero, con una idea de España más próxima a lo que siempre ha pensado el PSOE al respecto, pero en lo social y en lo moral, no tenemos duda de que se trata de una mujer de izquierdas o progresista.
Y aunque sabemos que en esto del periodismo los comunicadores estamos tan cerca de acertar como de errar, nos da la impresión de que en este asunto concreto, hemos hecho la lectura correcta. Ayer mismo, Rosa Díez aseguró que estaría dispuesta a pactar con el Partido Socialista de Euskadi después de las elecciones vascas. Por lo visto, ya no le importa tanto como antes lo "traidor" que había sido Pachi López al sentarse a negociar con el PNV y ETA; se ve que la condición de traidor no es permanente, sino que se va y se viene, como un dolor de cabeza.
Vaya por delante que deseamos a la señora Díez, que ayer sufrió un desvanecimiento cuando intentaba dar una conferencia, una rápida mejoría física, y por qué no decirlo, toda la suerte en su carrera política, que algunos dicen que será meteórica. Pero nosotros no le arrendamos la ganancia a los futurólogos. Al menos, no si lo que se conoce por "derecha sociológica" es capaz de hacer una mínima reflexión, y comprender que votar a la izquierda (en sus muy diversas variantes) como forma de castigo al PP, carece por completo de sentido.
De acuerdo: el voto es libre, y cada cual vota a quien le da la gana. Por descontado. Pero quien vota desde la irracionalidad, desde la arbitrariedad o desde el capricho (o la moda) debe saber que después, a la hora de meditar si uno ha acertado en su decisión, los actos irreflexivos y poco coherentes atacan con virulencia a la conciencia e incluso al corazón. Y por muy jacobino que sea el sentimiento estatalista-español de la señora Díez (cosa que no dudamos, pero tampoco podríamos jurar), en materia moral y social tiene un programa político "progre" y con guiños al marxismo más rancio y trasnochado. Para comprobarlo, sólo hay que ir a los textos.
Y en efecto, oiga: habrá elecciones y muy posiblemente UpD pactará con el PSE (con el de Pachi López, ojo, no con el de Redondo Terreros) para garantizar el "gobierno constitucionalista en Euskadi", en oposición al separatista del PNV, imaginamos. Y la lógica indica que igual estrategia llevará Díez con el PSOE a nivel nacional, pero no por nada, sino fundamentalmente porque se trata de un mismo partido con distintos "matices", más o menos importantes, pero sólo matices.
Mala cosa para la derecha tener como alternativas de voto a las múltiples izquierdas.
Martes, 3 de febrero de 2009.