El 60% de los españoles piensa que las listas de espera 'siguen igual' o 'peor'
Más de la mitad de los españoles (61%) considera que la situación de las listas de espera en España 'sigue igual' o 'peor' que hace dos años y ha aumentado el porcentaje de ciudadanos que piensan que se fuma más desde la entrada en vigor en 2005 de la Ley de medidas frente al tabaquismo, según los datos del 'Barómetro Sanitario 2007', presentado hoy por el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, acompañado por el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, y por la subsecretaria de Sanidad, Consuelo Sánchez Naranjo.
Según este informe, a través del que los ciudadanos han 'puesto nota' a la gestión sanitaria realizada por Gobierno y comunidades autónomas, el 50,4 por ciento de los encuestados piensa que la situación de las listas de espera 'no ha cambiado' ni en consultas ni en hospitalización y que el 11 por ciento piensa que incluso 'han empeorado'. Además, Casi el 32 por ciento cree que las autoridades no están tomando iniciativas destinadas a mejorar la situación.
Los ciudadanos valoran negativamente los tiempos de espera en Atención Primaria (AP), tanto en consulta (5,48) y como en lo que se tarda en hacer las pruebas diagnósticas (5,26). Asimismo, los aspectos peor valorados en la atención especializada son los relativos a los retraso en las pruebas diagnósticas (4,70) y lo que tarda el médico en ver al paciente desde que éste pide cita (4,71). En Hospitalización lo peor valorado es la demora para el ingreso no urgente (4,53).
Ante esta situación, Soria recordó que se trata "de una percepción de los ciudadanos, no de hechos" y destacó que, a su juicio, el Gobierno "ha demostrado estar haciendo un esfuerzo para solucionar el problema de las listas de espera, ya que si uno observa la tendencia de 2004 a 2008, se ve una disminución de los tiempos de espera".
TRABAJAR POR TIEMPOS MÁXIMOS DE ESPERA
Según el ministro, Sanidad está "avanzando en su linea de trabajo" para poder garantizar tiempos máximos de espera en patologías que pueden tener como consecuencia discapacidad, un daño, secuelas de gravedad o incluso muerte".
Señaló que trabajan para conocer mejor la situación de las listas de espera y pide a la Comunidad de Madrid que mida sus datos con los parámetros que usa el resto de España para poder comparar a esta región con el resto y ofrecer datos más fiables.
Otro de los aspectos sanitarios peor valorados por los ciudadanos se refieren al tabaco, ya que ha aumentado --del 48 por ciento de 2006 al 53 por ciento de 2007-- el porcentaje de españoles que piensa que no se está respetando la Ley del Tabaco en su país y han disminuido en un año--de 54% a 52%-- los que creen que se fuma menos desde la entrada en vigor en 2005 de la Ley contra el Tabaquismo.
Asimismo, son menos los que piensan que los no fumadores están bien protegidos frente al humo desde la entrada en vigor de la ley, porcentaje que pasó del 58 por ciento de 2006 al 56 de 2007. Ante esta situación, aumenta de 34 a 41 el porcentaje de encuestados que cree que España necesita una ley más dura contra el cigarrillo.
Soria reconoció estar "preocupado", no sólo porque la percepción de incumplimiento a aumentado, sino también "por las consecuencias que este incumplimiento traerá a la salud ciudadana". Admitió que la percepción general del ciudadano "es que la ley no está dando el resultado que ellos desearían" y achacó esta situación al mal ejemplo que están dando en su aplicación determinadas regiones.
DECEPCIONADOS CON LA LEY DEL TABACO
A pesar de que reconoce que en algunas comunidades autónomas "la ley no se está cumpliendo con el rigor que el ministerio piensa que se debería aplicar", considera "positivo" el análisis global del funcionamiento de esta norma que, según recordó, "ha disminuido en un millón el número de fumadores" y ha logrado que tres millones lo hayan intentado dejar, aunque "sólo un millón lo haya conseguido".
Para Soria, en estos momentos "las medidas que pueden generar mejores resultados en salud son el cumplimiento de la ley y estrategias y campañas de educación sanitaria y promoción de la salud", aunque considera previsible que una directiva de la Unión Europea (UE) endurezca la ley española tras el éxito obtenido en países como Italia o Irlanda con normativas más estrictas.
Los ciudadanos son ahora más conscientes de la necesidad de aumentar la cohesión del SNS, porcentaje que pasa del 82 de 2005 al 85 por ciento de 2007, y confían menos en la labor de los profesionales del SNS, ya que baja seis puntos el porcentaje de ciudadanos con alto grado de confianza en estos trabajadores --del 84 por ciento de 2006 al 78 de 2007-- y aumenta dos puntos el porcentaje de quienes tienen 'poca confianza' en ellos, del 12 por ciento al 14.
Por otra parte, según este estudio, la mayoría de los españoles (67%) están satisfechos con el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud (SNS), aunque cerca de uno de cada cuatro ciudadanos (27%) considera que la sanidad nacional necesita cambios estructurales. Los porcentajes son muy similares a los registrados el año anterior y también lo es la nota que el ciudadano le da al SNS, un 6,3 sobre 10.
En general, la mayoría de los ciudadanos (60%) prefieren acudir al servicio público de salud, aunque un 30 por ciento se decanta por lo privado, sobre todo a la hora de acudir al especialista, donde los porcentajes están casi al 50 por ciento. A pesar de que desde 2003 la inclinación por la opción privada crecía paulatinamente, en esta última edición de la encuesta el porcentaje de personas que elegiría la opción privada baja dos puntos respecto al año anterior.