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Diario YA


 

afirma que los cristianos corren especial peligro ante los ataques de los extremistas

El Patriarca de la Iglesia greco-católica de Siria que hay 400.000 cristianos desplazados

Redacción. En un comunicado enviado a la fundación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada, Gregorios III Laham, Patriarca de la Iglesia greco-católica melquita de Siria, afirma que «el sufrimiento del país supera todo límite» y que el conflicto «ha segado la vida de miles y miles» de personas, tanto civiles como militares. El Patriarca, que tiene su sede en Damasco, asegura que desde que comenzó el conflicto, hace dos años, hasta 400.000 cristianos sirios han sido desplazados dentro del país o han huido al extranjero. Añade que «no queda ningún lugar seguro en Siria» y que «toda Siria se ha convertido en un campo de batalla».
 

En su comunicado, el Patriarca Gregorios afirma que los cristianos corren especial peligro ante los ataques de los extremistas. El mismo señala: «El futuro de los cristianos en Siria está amenazado no por los musulmanes, sino… por el caos… y por la infiltración de incontrolables grupos fanáticos y fundamentalistas».
El Patriarca Gregorios continua diciendo que, desde comienzos de 2011, más de 1.000 cristianos han sido asesinados, que «en pueblos enteros se ha eliminado la población cristiana» y que más de 40 iglesias y otros centros cristianos (escuelas, orfanatos y centros de salud) han resultado dañados o incluso destruidos. El Patriarca expresa que las amenazas al cristianismo en Siria tienen amplias consecuencias ya que durante décadas, el país había proporcionado un refugio a los fieles cristianos procedentes del Líbano, de Irak y de otros lugares.
Asegura además que el conflicto representa una grave amenaza para los musulmanes, por enfrentar una tradición islámica contra otra. El Patriarca Gregorios cree que, a pesar de haberse recrudecido la violencia, la paz
es posible. En su comunicado hace un llamamiento a la acción a los líderes de las naciones árabes, de Europa, los países americanos, las organizaciones mundiales y los Premios Nobel de la Paz. Afirma: «Estamos seguros de que, a pesar de nuestros problemas, todos los sirios —Gobierno, partidos políticos, musulmanes sunitas y
chiítas, alavíes, cristianos y drusos— somos capaces de entablar un diálogo…»
Por último, concluye: «Teniendo en cuenta todos esos peligros, sufrimientos y desgracias que afectan a todos los ciudadanos, nos preguntamos si no existe otra manera de hablar o de actuar que la guerra, las armas, la violencia, el odio y la venganza. Necesitamos urgentemente una solución».