Redacción Madrid. 14 de Septiembre.

    Una nueva tragedia aérea ha tenido lugar, esta vez en Rusia, después de que un avión Boeing 737 de la línea nacional rusa 'Aeroflot' se estrellara en los Montes Urales, causando la muerte de 88 personas, sin que se hayan especificado las causas del accidente de manera oficial. Sin embargo, la investigación iniciada tras el suceso señala en sus primeras hipótesis que uno de los motores de la aeronave se podría haber incendiado, ya que varios testigos del trágico momento señalaron que el avión se  incendió y explotó en pleno vuelo.

   El avión cubría el trayecto que unía la capital rusa con la localidad de Perm, en la zona montañosa de los Urales, cayó sobre la línea férrea del tren Transiberiano y muy cerca ya de su destino, causando la muerte de las 88 personas que iban en su interior, 82 pasajeros y los seis miembros de la tripulación, según confirmó en un comunicado la aerolínea. En dicha nota, según explica la BBC en una información recogida por otr/press, en dicho vuelo iban siete niños y entre los pasajeros había 21 extranjeros: nueve de Azerbaiján, cinco de Ucrania, y una persona de Estados Unidos, Turquía, Italia, Suiza, Francia, Alemania y Letonia.

   En dicho comunicado, la compañía aérea también explica los últimos hechos de los que tuvo constancia antes de que el suceso tuviera lugar: "Al tiempo que la aeronave se preparaba para aterrizar, perdió comunicación a una altura de 1.100 metros y los controladores aéreos perdieron su señal en el radar. El avión fue encontrado en los límites de Perm completamente destruido y en llamas". El fuego se mantuvo activo durante dos horas, hasta que el Cuerpo de Bomberos pudo controlarlo y sofocarlo.

   Fuentes oficiales indicaron que los restos del aparato estaban dispersos en una zona pantanosa, en las afueras de Perm y según la cadena británica las primeras imágenes que se han retransmitido tras el siniestro es la de los bomberos caminando sobre las ruinas aún ardientes. Sin embargo, señala la aerolínea, dentro de la tragedia, las circunstancias podrían haber sido peores si el avión llega a desplomarse en algún lugar poblado. "Se cayó dentro de los límites de la ciudad en un área desocupada y en un principio parce que no hay víctimas en tierra", informó la portavoz del Ministerio de Emergencias, Irina Andrianova.

ESTALLÓ EN EL AIRE

   Ante este accidente las fuerzas de seguridad rusas han iniciado una investigación para tratar de esclarecer los hechos ocurridos. Aunque en un principio se pensó en la posibilidad de un atentado, esta hipótesis se ha descartado totalmente. Aún no hay versiones oficiales pero las primeras pesquisas, según fuentes d ela investigación, apuntan a un incendio en uno de los motores del aparato, lo que explicaría la visión de algunos testigos, que dicen haber visto al avión explotar en el aire. "Parecía un cometa en llamas. Se estrelló al otro lado de la siguiente casa, hubo un incendio, como si fueran fuegos artificiales, iluminó todo el cielo", señaló en declaraciones a la televisión rusa.

   Este hecho concuerda con el hecho de que ningún pasajero del aparato pudiera salvar la vida. Más de 300 operarios trabajan en el lugar de los hechos para intentar rescatar los cuerpos calcinados de los pasajeros y la tripulación. La aerolínea ha dispuesto un oficina de información para los familiares.