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Diario YA


 

Ha llegado el día de la narrativa católica

Huberto Pérez-Tomé

Juan Pablo II, en 1999 escribió un breve documento que se llamó "Carta a los artistas" en la que alienta a los escritores a utilizar sus talentos para promover una cultura de la vida. Y la historia de las letras ha dado muy buenos talentos, pero que han sido tratados casi con exclusividad por las editoriales siendo una minoría de literatos los que han dejado su huella indeleble en los libros como Flannery O'Connor, Chesterton, Percy, y Graham Greene, que surgieron en los años ‘50 y ’60. Después, como si todos los demás no existieran, se ha producido una extraña escasez de narrativa católica.

Pero no está todo perdido. Parece que entre jóvenes editores con sus sellos de trinchera han surgido nuevas oportunidades para las historias con finales llenos de sentido. El editor Humberto Pérez-Tomé, responsable de las publicaciones de Sekotia, hace dos años tuvo la brillante y audaz idea de comprometerse con la literatura y la fe, creando una nueva colección de libros de narrativa cristiana que decidió llamar Narrativa con Valores. “Publicar narrativa cristiana, no es publicar vidas de santos o específicamente religiosos –dice el editor Humberto Pérez-Tomé- sino saber llevar una historia real o de ficción en la que sus argumentos o los personajes, hacen que el lector descubra posibilidades, al menos le cuestione en su conciencia qué más puede hacer con su vida. No son libros de moral, pero sus acciones deben dejar un poso que sí lo sea”.

La editorial LibresLibres que dirige con acierto Alex del Rosal, comenzó con esta lucha hace más tiempo. Con un empeño similar, publicó libros de narrativa cristiana adquiriendo los derechos de publicaciones extranjeras, como “El Padre Elías” o “La última escapada”, por ejemplo. Pero Pérez-Tomé ha querido buscar los autores en España. Hay muchas posibilidades y muy buenas plumas con buenas ideas a las que tenemos que dar una oportunidad, al escritor y al lector también.

Las editoriales comprometidas con un mensaje de la Palabra deben ser tenaces, hacerse hueco en el difícil mercado del libro, cada vez más complicado con la aparición de nuevas tecnologías, pero que a su vez procuran una mayor capacidad de difusión. Si nos dejamos guiar por la “Carta a los artistas”, leeremos cosas como estas: "Con el fin de comunicar el mensaje que le ha confiado Cristo, la Iglesia tiene necesidad del arte", escribe Juan Pablo II.

Y sigue diciendo: "El arte debe hacer perceptible, en la medida de lo posible atractivo, el mundo del espíritu, de lo invisible, de Dios. Debe por tanto acuñar en fórmulas significativas lo que en sí mismo es inefable... La Iglesia tiene necesidad sobre todo de aquellos que pueden hacer esto en el ámbito literario y figurativo, utilizando las infinitas posibilidades de las imágenes y de sus connotaciones simbólicas".

Y estas letras de Juan pablo II no solo deben animar a editores y escritores, no debemos los lectores quedarnos fuera de ellas. Seguir de cerca los esfuerzos que hacen unos pocos y procurar en la medida de lo posible darlo a conocer. Consumir y regalar narrativa cristiana, ponerla de moda y “obligar” a que las grandes librerías sepan que deben hacer un hueco a este espacio literario. Es la hora de alcanzar otras metas en lo católico y hacer de nuestra fe un estilo de vida que la sociedad contemple como una realidad más de la diversidad en la que vivimos y todos debemos respetar.