Pedro Sáez Martínez de Ubago. Hace algo más de un año, la noche del 11 de julio y la mañana del 12, una España en crisis y sin pan, con más de cuatro millones y medio de parados, y cientos de PYMES cerrando cada semana y miles de autónomos dejando de cotizar a la Seguridad Social, se acostaba eufórica y, los que se acostaron, se levantaban con cierta resaca, para celebrar que la Selección Española había conquistado el campeonato mundial de fútbol ¡Menudo partido que supo sacar de ese circo del fútbol el Gobierno de Rodríguez Zapatero para distraer la atención de los españoles! Hasta la Corona se implicó en ello con la concesión de algún marquesado.

Un año después los españoles seguimos sin pan, ya son más de cinco millones los parados en una España que se ha empobrecido un 30% en los últimos siete años de gobierno socialista; y además, una huelga de futbolistas ha privado al pueblo del gran circo del fútbol, porque los jugadores multimillonarios de los grandes clubs de la primera división fueron una jornada a la huelga para solidarizarse con sus compañeros menos afortunados encuadrados en equipos más humildes, que no disfrutan de sus ingresos por televisión, publicidad, taquilla, etc.

Y es que la crisis, con la morosidad y otros síntomas también ha afectado al fútbol, el circo de la España actual, donde, a decir de Luis Rubiales, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, si el año pasado no se cubrieron 12 millones de euros de deudas salariales que afectaban a cerca de cien jugadores, este año, a estas alturas, la deuda se ha multiplicado, alcanzando los 50 millones y afectando a más de 200 futbolistas de divisiones inferiores.

Cambiando de escenarios, sin salir del teatro de España, el domingo en Rodiezmo y el lunes en Madrid, tanto en la minería como en la enseñanza, la injusticia parece diferente y hace pensar que para los políticos que serían de tercera división, según las encuestas que raramente les dan el aprobado, hay huelgas de primera y segunda división.

En Rodiezmo, a cuya campa no acudió ningún miembro destacado del gabinete y en un ambiente de crítica generalizada a la gestión del gobierno de Zapatero que presidió la intervención sindical del domingo en la campa de Rodiezmo, el secretario general de FIA-UGT, Antonio Deusa, advirtió al Ejecutivo de que su organización está dispuesta a emprender «huelgas, encierros y manifestaciones» en el caso de que el Gobierno no rectifique de inmediato su política en materia energética y, más en concreto, en lo que hace referencia al carbón, demandando como prioridades que se mantengan las prejubilaciones ligadas al IPC, la aplicación en su integridad del plan de reactivación de las comarcas mineras que está en vigor y la negociación de un plan para el sector que vaya más allá de 2018.

A su vez, en Madrid, la sociedad está amenazada por la espada de Damocles de una huelga de enseñanza por unos ajustes para ahorrar 80 millones de euros que afecta a más de 20.000 profesores, unos 3.200 interinos que no verán renovados sus contratos y unos 18.000 fijos que tendrán que aumentar dos horas semanales a su actual jornada y, además, ver que todo el sistema, también los alumnos experimenta un detrimento cualitativo implicado por aumento del número de alumnos por aula y el número de grupos asignados a cada profesor. Y los sindicatos del ramo CC OO, ANPE, CESIF, FETE-UGT y STEM confirmaron el lunes, como llevan anunciando desde hace días, que el próximo 14 de septiembre habrá huelga y manifestación del profesorado si los responsables de  Educación no retiran las instrucciones que dadas a principio de verano.

Sin saber cómo, la huelga del fútbol, que no deja de ser una huelga minoritaria del sector del espectáculo, se solucionó en menos de una semana. Sin embargo, tanto los mineros, como los profesores de secundaria, están requiriendo años en el primer caso y meses en el segundo para encontrar una administración, sea el Gobierno socialista de la nación, sea el gobierno popular de la Comunidad de Madrid, con voluntad firme de resolver unos conflictos más serios, tanto en número de afectados directos, como en las consecuencias sociales.

¿Qué va a hacer el Gobierno a menos de tres meses de las elecciones? El conflicto del fútbol bien que se apresuró en solucionarlo, porque si a un pueblo que ya no tiene pan le quita también su circo… Sobre lo demás, todo es echar balones fuera y mirar al pasado, como hizo ayer el candidato Pérez Rubalcaba, diciendo que los españoles van a decidir si el presidente del Gobierno será el o Mariano Rajoy en las próximas elecciones generales del 20 de noviembre: "Los dos hemos hecho frente a crisis distintas. Tienen que decidir si votan a Rajoy que se enfrentó a la crisis del Prestige o a mí que me enfrenté a la crisis de los controladores".

Viendo a socialistas, populares y nacionalistas, necesarios para pactar con uno y otro, contemplando la ruina de Cataluña, la ruina de Andalucía, el endeudamiento de Madrid, el empobrecimiento de España… parece que el día 20 de noviembre, la solución no pasa por una alternancia de partidos (como la que nos condujo de 1875 a 1936) sino en una alternativa de gobierno que asuma la necesidad de una radical regeneración nacional. En una tesitura como la que ahora padece España, ya que he empezado hablando de fútbol, terminaré con un paralelismo entre los árbitros y los gobernantes para recordar las palabras de Alfred de Vigny “El gobierno menos malo es aquél que hace menos ostentación, que se hace sentir menos y resulta menos caro”.

PEDRO SÁEZ MARTÍNEZ DE UBAGO