Una cosmovisión no sometida a la tiranía del Estado
La clase política del sistema no persigue a todas las religiones de igual modo. Concentra su acción represiva en los católicos. ¿Por qué?
La cosmovisión católica es perseguida por los políticos porque ven en ella un reducto resistente de libre albedrío y de libertad personal frente a la sumisión al Estado.
Una muestra que podemos extrapolar a todos los casos en los que se tratan aspectos tan trascendentes como el respeto a la vida y la dignidad humana:
La prensa recogió las posiciones de protestantes, judíos y musulmanes en relación con la legislación abortista: <<En medio de tanta crispación, los representantes de las comunidades judía, islámica y evangélica en España han defendido la soberanía del Parlamento para modificar la actual legislación, aunque matizaron que cada persona debe actuar según le dicte su conciencia. Según Carlos Schorr, presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, "el Parlamento es soberano para modificar ésta y otras leyes". De forma similar se expresó Mohamed Alfifi, portavoz del Centro Cultural Islámico de Madrid, para quien "cada país es soberano para debatir y promulgar sus propias leyes". El Islam, sin embargo, condena el aborto. Por su parte, Pedro Tarquis, portavoz de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede), afirmó que "la Iglesia no puede imponer a la sociedad un criterio moral". Los protestantes sólo aceptan el aborto cuando hay riesgo para la vida de la madre. ">>*
Es decir son todas ellas entidades sumisas al Estado, y por lo tanto a quienes lo controlan: la clase política dominante. Aunque las actitudes del Estado sean tiránicas estas religiones se pliegan al mismo. Por ello se favorecen por parte de la actual clase política y de la legislación que de ellos dimana.
La cosmovisión católica, sin embargo, mantiene que el aborto es un crimen contra la vida humana que hay en el vientre materno, tal como demuestra la ciencia médica.
La cosmovisión católica mantiene que oponerse al aborto es defender el primer derecho del hombre, el derecho a la vida, fuente de todos los demás derechos, sin el cual éstos no tienen sentido.
La cosmovisión católica sostiene que "toda ley constituida por los hombres tiene fuerza de ley solo en la medida en que deriva de la ley natural. Si al contrario, en alguna cosa contraría a la ley natural, entonces no es ley, sino más bien corrupción de la ley" (EV,nº72)
La cosmovisión católica enseña que "las leyes que legitiman la eliminación de seres humanos inocentes, por medio del aborto y de la eutanasia, están en contradicción total e inconciliable con el derecho inviolable a la vida, propio de todos los hombres, y niegan la igualdad de todos delante de la ley...(EV,nº72)
La cosmovisión católica dice que "Las leyes que favorecen el aborto y la eutanasia se colocan, pues, radicalmente no sólo contra e bien del individuo, sino contra el bien común y, por consiguiente, carecen totalmente de auténtica validez jurídica...(EV,nº72)
La cosmovisión católica indica que "Cuando una ley civil legitima el aborto o la eutanasia, deja, por eso mismo de ser una verdadera ley civil, moralmente obligatoria.(EV,nº72)
La cosmovisión católica enseña que "El aborto y la eutanasia son, por tanto, crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no solamente no crean ninguna obligación para la conciencia, sino que, por el contrario, generan una grave y precisa obligación de oponerse a ellas a través de la objeción de conciencia... En el caso de una ley intrínsecamente injusta, como aquella que admite el aborto y la eutanasia, nunca es lícito conformarse con ella, ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley de tal naturaleza, ni darle aprobación con el propio voto" (EV, nº72)
La cosmovisión católica nos obliga en conciencia a "no seguir las prescripciones de las autoridades civiles cuando estos preceptos son contrarios a las exigencias del orden moral" o a "los derechos fundamentales de las personas" (Cath 2242)
La cosmovisión católica nos marca el deber de "rechazo de la obediencia a las autoridades civiles, cuando sus exigencias son contrarias a las de la recta conciencia tiene su justificación (Hch, 5, 29)
Es decir, el catolicismo, poniendo la legitimidad por encima de la legalidad, se rebela contra los estados totalitarios y tiránicos.
Por ello la cosmovisión católica es perseguida por los políticos que ven en ella un reducto resistente de libre albedrío y de libertad personal frente a la sumisión al Estado que propugnan otras religiones y con que nos amenaza un Nuevo Orden Mundial, del que los citados políticos son sus afanados servidores y sus beneficiarios venales.
Manuel Morillo