Ante el inminente ataque de Estados unidos a Siria, desde España se están solicitando firmas para pedir a Obama que no cometa esta locura.

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Atacar a Siria es un disparate y una injusticia, especialmente si se hace sin dar tiempo a que los investigadores puedan identificar a los autores de la última masacre.
Es absurdo pensar que por orden de Bashar al-Asad se puedan haber utilizado armas químicas en Siria. Desde el inicio del conflicto sirio, EUA e Inglaterra (e incluso Francia) han manifestado sus intenciones de intervenir en favor de las tropas rebeldes y de los terroristas internacionales que las “apoyan”.

Pero lo cierto es que Bashar al-Asad puede ser un dictador y, si ustedes quieren, incluso un dictador terrible, pero no está loco. Por ello es mucho más probable que estemos ante una operación de “falsa bandera” (en este caso atacando a su propia gente o aliados, con la intención de simular la culpabilidad del Régimen del partido Baas) provocado por los propios terroristas islamistas o incluso por los servicios secretos de alguno de los muchos países que están intentando la caída del régimen sirio. 

En esa línea, los españoles podemos recordar cómo en 1898 los EEUU nos declararon la guerra “gracias” a poder culparnos del hundimiento del USS MAINE en el puerto de La Habana. Pero investigaciones posteriores han podido demostrar por los daños de la nave, que la explosión posteriores investigaciones han dado como resultado deducir que la explosión inicial fue interna, por lo que lo más probable e que la misma se debiese a un accidente... o a un sabotaje de los propios estadounidenses.

El caso es que Obama no quiere esperar a que los investigadores de la ONU hagan su trabajo sobre el terreno, pero si  hace caer al régimen de Bashar al-Asad ¿Cuáles serán las consecuencias para el pueblo sirio y muy especialmente para los cristianos?

El atentado de “Falsa Bandera” del USS MAINE le costó a España Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico. Para Siria puede suponer la la llegada de una dictadura islámica al poder, la destrucción de las minorías religiosas y la desaparición de los cristianos.