Reposición de “El Juramento“
Luis de Haro
Doce años después de su feliz recuperación en el 2000, el Teatro de la Zarzuela repone de nuevo este atractivo título del compositor navarro Joaquín Gaztambide (1822/1870), con aquella misma producción de Emilio Sagi, que le sirvió como despedida de su labor como director de escena en el coso madrileño.
Estrenada en el mismo teatro el 20 de diciembre de 1858 cuando su autor era, además, director musical del mismo, “El Juramento” está realizada en tres actos basada en el libreto del dramaturgo Luis de Olona inspirado en el personaje de El Marques, perteneciente a la ópera cómica francesa La Rose de Peronne, de Leuven y D’Enney, con música de Adam. Tras su estreno, a pesar del éxito que alcanzó y sus grandes cualidades artísticas, cayó injustamente en el olvido, hasta que, tras más de un siglo, fue felizmente recuperada por el Teatro de la Zarzuela. Hoy la crítica la sigue considerando como una obra dotada de un riguroso carácter musical y una destacada personalidad. Como repetidamente se ha indicado, no es una obra italiana sino una obra preparada con clara influencia de dicho estilo y el de otros autores como Mozart o Donizetti, en la que el fino sentido y línea de composición de Gaztambide supo unir con gran acierto dichas influencias internacionales con numerosos aires españoles, como el flamenco, la seguidilla y otros tonos gallegos y navarros. Es una obra graciosa, ágil, con mucha chispa, realizada en plena madurez creativa, cuando su autor tenía 36 años y se le consideraba como un compositor de referencia dentro del mundo de la lírica española del siglo XIX.
Tiene la particularidad poco frecuente de que la línea vocal de sus principales protagonistas está confiada a la tesitura de barítono; el Marqués, Don Carlos, el Conde y el cabo Peralta. La de tenor, en contra de lo que suele ser habitual en la mayoría de las composiciones líricas, en este caso el personaje de Sebastián, sirve para que su figura resulte más humanizada. La acción se desarrolla en la época del reinado de Felipe V, en un ambiente de guerra que da lugar a que los deseos y las pasiones de sus protagonistas afloren en situaciones de auténtico límite.
Cuenta con numerosos pasajes llenos de atractivo y variedad, como las escenas de la carta, el coro y la cavatina de la Baronesa, “señora, sosegaos”, del acto 1º;la romanza de Don Carlos, “Esta es la misma ventana”, del acto 2º; el dúo del piano entre María y el Marqués,”¿Qué os sucede?; el dúo de la borrachera entre Sebastián y el cabo Peralta, o los concertantes con los que finalizan los primeros actos y el gran coro que cierra la obra.
El equipo artístico.- La ya conocida puesta en escena del año 2000, en la que Emilio Sagi ha hecho los obligados cambios que el paso del tiempo requerían, ha sido realizada con el mismo criterio original; limpio, sencillo, pocos o nulos adornos y unos escuetos movimientos de personajes, muy precisos y plenos ded luminosidad, ha resultado bastante atractiva. Gracias también a la escenografía de Gerardo Trotti, la iluminación de Eduardo Bravo, siempre adaptada a las exigencias de cada momento, la belleza de los figurines y el ingenio del diseño de las pelucas, los árboles y el telón de boca de Jesús del Pozo.
Excelente el trabajo de Miguel Angel Gómez Martínez, que supo llevar con mano firme y exquisita a la Orquesta y el Coro de la Comunidad de Madrid, titulares del Teatro. Intervinieron con gran precisión y belleza, especialmente en los pasajes con solista, bien apoyados por los intérpretes vocales -algo imprecisos e inseguros al principio-, entre los que destacaron Sabina Puértolas como María y, sobre todo, David Menéndez como Don Carlos por la altura técnica que demostró en su comprometida romanza del 2º acto, declamada con un timbre elegante, seguro y muy convincente por su preciso legato.
El Teatro de la Zarzuela, con buen criterio, ha aprovechado la ocasión que le brindaba esta reposición para, con la colaboración de su Fundación y los directores de escena José Carlos Plaza y Emilio Sagi, organizar una exposición como homenaje y recuerdo a la figura internacional del diseñador Jesús del Pozo (1946-2011) presentando algunos de los modelos realizados para otras producciones líricas. Los espectadores podrán disfrutar de ella en la 1ª planta del Teatro.