"Sin compromiso"
Victor Alvarado
En los últimos años, los productores están apostando por un tipo de comedia que, a ratos, cae en la vulgaridad. Sin Compromiso (2011) va en esa línea; nos ofrece un trailer sin trampas (pues uno sabe donde se mete) y es el nuevo trabajo del director Ivan Reitman [es el padre del excelente director Jason Reitman, que nos encandiló con su propuesta políticamente incorrecta en defensa de la vida como Juno (2007)], conocido por historias como Mi super exnovia y por haber producido la nominada al Óscar por Up inthe air (2009).
El argumento, que nos ofrece el cineasta, se propone explicar la diferencia entre amor y sexo. Para ello nos cuenta la vida de un chico enamorado de la misma chica desde un campamento de la adolescencia a la que volverá a encontrarse casi por casualidad años más tarde. Éste intentará conquistarla. Sin embargo, ella le propondrá que tengan encuentros sexuales, pero sin que ello les lleve a compromiso alguno, para lo cual establecerán unas reglas para evitar crearse vínculos emocionales.
El largometraje refleja una realidad cada vez más extendida, por desgracia, en la sociedad occidental; es decir, buscar encuentros que no conlleven a compromisos posteriores, lo que nos podría llevar al deterioro progresivo de la civilización, aunque la conclusión a la que se llega es que, al menos, se cuestiona el problema de empezar la casa por el tejado y que las relaciones íntimas, para que tengan sentido, deben de ir unidas a una pareja estable.
De todas formas, hubiera sido interesante mostrar el vacío que provoca esta forma de ver la vida, sobre todo, en las chicas que no queda claro en la cinta o la confusión que produce alterar el orden lógico de la relaciones entre hombre y mujer.
Otro aspecto negativo es el guiño a la ideología de género de esta peĺícula simplemente entretenida. Además para tratarse de una comedia los chistes no abundan, resultando bastante facilones en la mayoría de los casos.
Finalmente, las interpretaciones no llaman la atención, salvo la de Natalie Portman que demuestra su talento en un papel un tanto peculiar que, bajo mi humilde opinión, poco tiene de romántico.