José María Caparrós

Obviamente, el futuro del cine español está en manos de los jóvenes autores. Unos cineastas, universitarios o meros aficionados, que tienen valores qué comunicar con el lenguaje de las imágenes.

Recientemente, se celebró el 4º Young Values Film Festival, en la CaixaForum de Barcelona. Bajo la dirección del realizador colombiano Juan Carlos Londoño, a este certamen especializado concursaron 65 cortometrajes realizados por nuevos autores. Con una amplia asistencia de público joven, el corto Fuertes, de Nacho Albert, obtuvo el Gran premio. El galardón al Mejor director y Mejor Guión correspondió a Fin del mundo, del norteamericano asentado en España Chris Downs.

Asimismo, la protagonista de Fuertes, la andaluza Rocío Peláez, ganó el premio a la Mejor actriz; mientras el niño Guillermo Crehueras, intérprete de Luciano, de Dani de la Orden, obtuvo el de Mejor actor. También fueron galardonados L’equip petit, de Roger Gómez y Dani Resines, Cuando nos conocimos, de Jesús Méndez Cestero, Memory, de Víctor Suñer, Llámame Parker, de Peris Romano, y Ellas, de Vanessa Batista. Dos alumnas de los cursos de cine que coordina Juan Zayas en el Centre d’Investigacions Film-Història (Universidad de Barcelona) obtuvieron premios por sendas películas cortas: Alma, de Julia Cruz; y Alba significa amanecer, de Alicia Verdés, que ganó además el Premio del Público.

Junto a este festival, organizado por la Asociación CinemaNet con la colaboración de SomJoves, se entregaron los premios “Rovira-Beleta” al Mejor guión, que este año correspondió a la argentina María Soledad Presuro, por Ambulantes, entre 123 guiones participantes.

Cuando los profesionales del sector amenazan con cerrar las salas por los recortes, los jóvenes siguen intentando abrirse camino en el cine español con valores artísticos y humanos.