Paula Gordon Gimeno. Un terremoto de 8,2 grados de magnitud en la escala de Richter ha tenido lugar esta madrugada en el norte de Chile. Las zonas más afectadas han sido Arica, Tarapacá y Parinacota. Además, se activó la alerta por tsunami y ordenaron la evacuación de forma preventiva del de la costa chilena, unas 900.000 personas en total.

Michelle Bachelet, presidenta de Chile, ha decretado esta área del país “estado de catástrofe”. Ha firmado un decreto de estado de excepción por el que, entre otras medidas, el país queda bajo el mando militar. Está previsto que la presidenta del país viaje a la zona para conocer sobre el terreno la gravedad de la catástrofe y supervisar las medidas adoptadas.
Se trata de la segunda vez que la presidenta se enfrenta a una situación de estas características. Hace cuatro años se produjo un terremoto de magnitud 8,8 en el sur de Chile, que dejó a 524 muertos. A diferencia de lo ocurrido en el anterior terremoto, esta vez, Bachelet, ha recurrido de forma inmediata a las fuerzas armadas para resguardar el orden público y evitar saqueos.

Se sabe que de momento la catástrofe ha provocado 6 muertes y que hay heridos de poca gravedad en el hospital en este momento. Las casas de adobe se han caído por el fuerte temblor, pero los edificios de más altura no han sufrido daños, a pesar de que las olas llegaron a alcanzar los 2 metros de altura.

El temblor también se sintió en la costa Chile, Perú, Ecuador, Costa Rica y Colombia, disparando las alarmas de seguridad.

El alcalde de Arica, Salvador Urrutia, ha explicado que en general hay tranquilidad y que el aeropuerto de Iquque, es el único que no se encuentra operativo debido a uno fallo en la torre de control. Las zonas afectadas se encuentran sin luz y sin posibilidad de comunicarse por el teléfono móvil. El servicio de agua potable sí funciona sin problemas.