Luis Losada Pescador. Ha estallado la paz popular que se venía fraguando en los últimos meses. La arrolladora victoria de Ayuso en las últimas madrileñas encendió todas las alarmas en Génova. Se activó entonces el dispositivo de neutralización. Por una parte, la investigación de las cloacas buscando contingencias que convirtieran las alas en pies de barro. Por otra, unas elecciones de diseño que permitieran a Casado presumir de liderazgo y de partido. Pero la puntilla ha sido la filtración por parte de Génova de los negocios y supuestos negocios del hermano de Díaz Ayuso. Génova no soporta que Ayuso se permita afirmar que ella es partidaria de pactar con el partido de Ortega Lara “aunque no fuera necesario”. Lo que no terminan de entender es que lo de Ayuso sí es reagrupar al centro-derecha. En el fondo, es un abrazo del oso.
Según el iTB, la caída de consumo en Madrid en abril respecto al mismo mes de 2019 se sitúo en un -29,2%, muy cerca de marzo (-28%) y muy por debajo del (-58,8%) de enero. Un dato muy positivo, si se tiene en cuenta el mal tiempo que ha caracterizado este mes. Se han registrado casi 10 puntos de mejora por mes de promedio, que de mantenerse, en otros tres meses se daría por concluida la recuperación, aunque la aún gran incertidumbre hace imposible hacer una predicción precisa. Si se observa la caída anual acumulada la del mes de marzo fue del (-57,3%), mientras que la de abril mejoró mucho (-51,4%), y si se analiza el acumulado de los últimos seis meses (-44,2%), aparece una clara tendencia a la recuperación continuada mes a mes. La variabilidad del escenario impide predecir el momento de salida de la crisis, si bien TrueBroker estima que se producirá entre enero y marzo 2022. Hasta entonces, se combinarán momentos de grandes rebotes en el consumo con momentos en negativo, recuperándose el consumo en tres olas sucesivas con vaivenes, cada vez menores.
Miguel Massanet Bosch. El fracaso rotundo de la izquierda, capitaneada por Sánchez, Iván Redondo y Tezanos del CIS, en su intento de enlodazar la figura de la señora presidenta, demuestra que son vulnerables. Si alguien hubiera tramado un medio para conseguir, de una tacada, un desenlace de unos comicios, como ha sido el caso de la comunidad madrileña, con tantos aspectos positivos para el partido que convocó las elecciones, seguramente no habría podido obtener uno que tanto favoreciera a la derecha española y a España, como el que acaba de conseguir, casi sin despeinarse, la señora Isabel Díaz Ayuso que ha logrado, de un solo tiro, deshacerse del PSOE.
Ha sido la gran sorpresa del acto del 2 de May en Madrid. Ese momento llegó cuando el compositor Nacho Cano, exmiembro de Mecano, fue galardonado con la Gran Cruz de la Orden del 2 de Mayo. El músico devolvió el premio a la presidenta en funciones alabando su gestión durante la pandemia, sobre todo en lo relacionado con el mundo de la Cultura. "Gracias por haber mantenido los teatros abiertos", destacó tras haberla calificado de "valiente". "Me llamaban de Nueva York, de Londres, de Australia... Madrid es un milagro, está todo abierto. Ese milagro tiene piernas, cabeza y corazón, es Isabel Díaz Ayuso", narró.
Luis Losada Pescador. Aunque Iglesias pretende convertir el 4M en un partido de su coleta contra Ayuso, la realidad es que lo que se dilucida es sanchismo sí, sanchismo no. Iglesias es tan irrelevante que su antiguo amigo Errejón se permite hacerle una peineta. Las encuestas sólo alumbran un salvamento de muebles. Nada de “efecto Iglesias”, si acaso, como factor movilizador de la derecha. Tampoco hay “efecto Bal”. Edmundo es un perfecto abogado del Estado desconocido. Así que Ciudadanos probablemente se quede lejos del 5% de peaje exigido en la Asamblea de Madrid. En cuanto a Vox, Abascal ha decidido coger las riendas ante la deriva bajista de la formación derivada del perfil bajo de Monasterio. Su discurso será nacional, no madrileño. Y su confrontación será contra el “consenso progre” de la agenda 2030 en el que también participa Ayuso y el PP que apoya unidades de género en las universidades, por ejemplo. Una buena estrategia la de los ‘verdes’ porque ese es el verdadero partido que se está jugando: el consenso progre o la alternativa. Y si Vox consigue mantener su racha alcista y formar gobierno ya nada será igual.
Luis Losada Pescador. La moción de censura de Ciudadanos en Murcia ha movido todas las placas tectónicas nacionales. Arrimadas insiste en que era un asunto exclusivamente murciano. Pero también dijo que era una “irresponsabilidad” hacer una moción de censura en plena pandemia… Por eso Ayuso se adelantó. El historial de deslealtades de los ‘naranjitos’ era además muy abundante. Recordemos que fue un ‘ciudadano’ el que filtró el protocolo para los centros de mayores provocando una grave erosión. Así que la presidenta de Madrid opta por dar voz a los madrileños.
Iglesias dejará el Gobierno y disputará a Ayuso la presidencia de la Comunidad de Madrid. El vicepresidente anuncia que dejará su cargo como vicepresidente para presentar su candidatura como cabeza de lista de Unidas Podemos a las elecciones y propone a Íñigo Errejón una candidatura conjunta. En defenitiva, se trata de un intento de frenar a Isable Ayuso.
Pues sí. Lo que pasa en una Comunidad Autónoma afecta a otras. Buena muestra la moción de censura en Murcia que ha precipitado la convocatoria de elecciones anticipadas en Madrid. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha explicado las razones que la han llevado a disolver la Asamblea y convocar elecciones anticipadas en Madrid. «He tenido que tomar la decisión», señala Díaz Ayuso, tras el movimiento de moción de censura esta mañana en Murcia. «Ha llegado el momento de pensar en grande: Madrid necesita un gobierno estable».
Luis Losada Pescador. El apoyo de Ciudadanos a la prórroga del estado de alarma marca un hito de la legislatura: el hito del cordón sanitario al PP. Arrimadas insiste en el suicidio de su marca electoral uniendo su destino a la pésima gestión presidencial. A cambio de la primogenitura, espera su plato de lentejas prometido: la presidencia de Madrid y Andalucía. Ayuso y Moreno Bonilla, en el alero ante la eventualidad de una moción de censura.