A pesar de la persistencia del virus y sus riesgos, y de la recomendación de las autoridades sanitarias de vacunar anualmente a los mayores de 60 años, personas con enfermedades crónicas y embarazadas, sus convivientes y el personal sanitario, las tasas de vacunación frente la COVID-19 han disminuido de manera preocupante tras la primovacunación. Se sitúan lejos de los objetivos establecidos por el Ministerio de Sanidad para esta temporada 2024-2025, siguiendo las recomendaciones de la OMS y la Comisión Europea (CE): alcanzar coberturas del 75% en personas mayores y sanitarios, así como superar el 60% en embarazadas y en personas con condiciones de riesgo. Las mismas metas marcadas para la vacunación frente a la gripe.
Los adultos se resfrían una media de dos a cuatro veces al año, sobre todo entre septiembre y mayo, y el pico de la actividad de la gripe es entre diciembre y febrero según relata la American Lung Association. En medio de la salud pública abarrotada y la constante creciente de casos sobre enfermedades respiratorias, Lanier Pharma recomienda medidas de prevención efectivas que evitan la propagación del COVID, el resfriado o la gripe. Fatiga, dolor de cabeza, congestión nasal, estornudos u otros síntomas son los más típicos de esta temporada. Cuando los padecemos a todos nos cuesta distinguir si se trata de un resfriado común, una gripe o, algo más serio, el COVID. Con la salud pública abarrotada y la constante creciente de casos de enfermedades respiratorias, es importante diferenciar qué tenemos para saber cómo actuar.