Miguel Massanet Bosch. Si bien la situación de España no es comparable con la de Grecia, esta última semana ha sido de locura, a caballo de si estábamos a punto de ser rescatados, pendientes de una actividad diplomática frenética por parte de los responsables financieros de los países de la CE y España y sometidos a las turbulencias de las bolsas, que nos han llevado a rozar el punto fatídico de no retorno.