El bueno de Froilán
Miguel Massanet Bosch. Este hombrecito, de semblante triste, de estirpe noble y, como tantos otros, perteneciente a una familia rota; nos ha demostrado que sus padres, especialmente lo atribuyo a la infanta Elena y a la reina, doña Sofía, le han sabido inculcar los valores morales y éticos esenciales de los que, por cierto, en la España actual andamos tan escasos.