César Valdeolmillos Alonso. Don Juan Carlos I, frente a su responsabilidad de una actuación considerada como inoportuna, con una naturalidad y sencillez que rayaron en la humildad, se manifestó de forma pública ante su pueblo con estas palabras: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir”. Con este hecho sin precedentes, en el que el gesto denotaba una convicción y sinceridad, y con estas breves y sencillas palabras, lejos de humillarse ante la presión pública y publicada instigada por la izquierda española, esa izquierda nostálgica de un republicanismo que perdió su oportunidad, tanto la institución como la persona, se yerguen hoy con una grandeza y humanidad, que han conseguido estrechar aún más los lazos entre los españoles y su Rey.