70 años del viaje del Semíramis: Prisioneros del comunismo
Francisco Torres García. Hace muchos años, cuando yo era un niño, mi padre recordaba con vivas palabras aquel día, un cuatro de marzo de 1954, en que seis presos de Rusia, de la URSS, retornaban a Murcia –yo pude charlar muchos años después con uno de aquellos hombres, José Antonio Ramos Pérez–.
En aquel gran recibimiento, multitudinario, popular, mi padre participó, pues se habían cerrado los centros de trabajo y los comercios; refería cómo la gente rompió el protocoló, llegó hasta el jeep que los llevaba y los alzó a hombros para introducirlos en la Catedral. Luego conocí a un divisionario, de buena voz que cantaba en un afamado coro de la región: estuvo en la Catedral para cantar una salve en acción de gracias cuando aquellos hombres se postraron ante la patrona de la ciudad, ante la Virgen de la Fuensanta, para dar las gracias por su liberación. Retornaban como auténticos soldados victoriosos, y este es un dato a retener por el lector a lo largo de estos artículos.