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¡FUERA!

Redacción Madrid. 2 de agosto.

El preso de ETA Ignacio de Juana Chaos abandonó hoy la cárcel de Madrid VI-Aranjuez entre fuertes medidas de seguridad, donde ingresó por última vez el 7 de junio de 2007, apenas 24 horas después de que ETA formalizase el fin del alto el fuego que había declarado 14 meses antes, tras pasar 21 años en prisión.

   El etarra abandonó la prisión sobre las 7:20 de la mañana por la puerta principal, andando tranquilo junto a tres personas, entre las que se encontraba su mujer, Irati Aranzabal. Después, montó en un todoterreno negro para dirigirse a San Sebastián, escoltado por la Guardia Civil.

   De Juana, natural de Legazpia (Guipúzcoa), fue detenido junto a otros integrantes del 'comando Madrid' de ETA el 16 de enero de 1987. Juzgado por el antiguo Código Penal --las redenciones de pena se descuentan del máximo a cumplir, es decir, 30 años--, solamente cumplió 18 años de prisión de los más de 3.000 con los que había sido condenado por 25 asesinatos cometidos en 13 meses, entre ellos los 12 agentes de la Guardia Civil fallecidos en el atentado de la Plaza de la República Dominicana de Madrid.  

   La indignación social que provocó la posible salida de prisión en febrero de 2005 de De Juana, que protagonizó un intento de fuga de la cárcel de Herrera de la Mancha, hizo al juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska tomar la iniciativa de imputarle por amenazas terroristas en dos artículos de 'Gara'.

   El día 8 de noviembre de 2006, la Audiencia Nacional le condenó a 12 años y 7 meses de cárcel por amenazas terroristas, con la agravante de reincidencia, por estos dos artículos publicados en el diario 'Gara' en diciembre de 2004.

   En ellos, (titulados 'Gallizo' y 'El Escudo'), De Juana vertía amenazas contra el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, y contra cinco directores de prisiones. En su declaración durante el juicio, De Juana aseguró que dichos artículos únicamente eran "una pura crítica política".

   El 12 de febrero de 2007, el Tribunal Supremo rebajó de 12 años y 7 meses a 3 años de cárcel la condena impuesta por la Audiencia Nacional por estos artículos.

   Desde su detención en 1987, el etarra --que fue uno de los seis presos de la banda cuyo traslado aprobó el Ministerio del Interior el 18 de diciembre de 1998-- ha recurrido a la huelga de hambre como método de presión al Gobierno, y una técnica que en los años 90 le produjo daños en un riñón.

   Miembro de la Ertzaintza durante un breve periodo de tiempo, De Juana protagonizó 115 días de huelga entre agosto de 2006 y marzo de 2007, cuando la Audiencia Nacional le concedió el segundo grado penitenciario debido a su crítico estado de salud.

   La primera huelga de hambre, que tuvo lugar entre el 7 de agosto de 2006 y el 9 de octubre, tenía por objetivo protestar por su procesamiento en la causa por amenazas en los artículos de 'Gara', mientras que la segunda, entre el 7 de noviembre y el 1 de marzo, la inició tras filtrar los medios de comunicación la sentencia que le condenaba a 12 años y 7 meses de prisión por estos artículos.

   Durante este periodo, el etarra tuvo que ser ingresado en un primer momento en el Hospital 12 de Octubre de Madrid debido a su delicado estado de salud y la Audiencia Nacional autorizó su alimentación forzosa, mediante sonda nasogástrica, para garantizar su integridad física.

   Asimismo, durante el segundo periodo en huelga de hambre, el Gobierno decidió trasladarle al hospital Donostia de San Sebastián, lo que provocó una fuerte polémica que incluyó numerosas manifestaciones, la mayor de ella realizada en Madrid el 24 de febrero de 2007. Convocados por la AVT, decenas de miles de personas pidieron en la calle que el terrorista cumpliese íntegros los tres años de condena que le restaban.

   Cuando el terrorista veía cerca su aspiración de salir de la casa y poder cumplir el resto de la pena con control telemático en su domicilio, ETA emitió un comunicado de ruptura formal de la tregua y el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero decidió el regreso inmediato a la cárcel del etarra para cumplir el resto de su pena.

   Hace menos de quince días, el terrorista volvió a comunicar a la dirección de la cárcel de Madrid VI-Aranjuez que iniciaba una huelga de hambre ante "la inaceptable campaña mediática y de intoxicación y presión" sobre su familia y él mismo por la supuesta ocultación de bienes y propiedades para no hacer frente a las indemnizaciones que debe pagar a sus víctimas.

   Según datos de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, el etarra adeuda a los familiares de fallecidos o heridos a manos de ETA unos 8 millones de euros.

   La Audiencia Nacional está investigando el patrimonio del preso etarra --a quien ya se le embargaron los derechos de autor de tres de sus libros-- tras la petición de la Fiscalía de embargar la vivienda de la que disponía su madre en San Sebastián para compensar a las víctimas de sus atentados.

   Esta vivienda fue adquirida por la esposa de De Juana, Irati Aranzabal, una joven a la que conoció en prisión y con quien contrajo matrimonio en la cárcel, y está situada junto a la vivienda de varias víctimas del terrorismo.

   Además, se investiga si existen supuestas falsedades en los documentos que acreditan sus estudios en prisión, gracias a los cuales logró beneficios penitenciarios.

   De Juana ha sido condenado por los asesinatos del coronel del Ejército Vicente Romero y su chófer, Juan García Jiménez, el vicealmirante del Ejército Fausto Escrigas Estrada, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, el teniente coronel Carlos Vesteiro Pérez, el soldado Francisco Casillas Martín y el ciudadano norteamericano Eugene Kent Brown.

   Es responsable también de la muerte de los guardias civiles Jesús María Freixes, Santiago Iglesias Rodino, Carmelo Álamo, Miguel Cornejo Ros, José Calvo Gutiérrez, Andrés José Fernández Pertierra, Antonio Lancharro Reyes, José Joaquín García Ruíz, Jesús Gimeno Gimeno, Juan Ignacio Calvo Guerrero, Javier Esteban y Ángel de la Higuera López, todos ellos fallecidos en el atentado de la Plaza República Dominicana de Madrid.

   Asimismo, participó en los atentados que acabaron con la vida de los agentes de la Benemérita Juan Carlos González, Vicente Javier Domínguez, Juan José Catón Vázquez, Juan Mateos Pulido y Alberto Alonso Gómez y del policía Esteban del Amo.

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