Santiago Velo de Antelo. Los exiliados cubanos están que trinan. La razón es esta foto tomada durante los recientes actos de homenaje a Nelson Mandela, ya que fue Obama quién se acercó a Raúl Castro y en ningún momento hizo lo más mínimo por evitar saludar al dictador cubano.
Pero lo más sorprendente es, precisamente, que se sorprendan por el saludo. A fin de cuentas, los grandes amigos de Mandela -todos ellos de dictaduras o democracias con falta de libertades- estaban presentes y Obama no quiso faltar al homenaje. La cabra tira al monte.
Así resulta que nos enfadamos porque saluda a un dictador, que es íntimo de Mandela, pero Mandela nos parece un tio genial, a pesar de que todos sus amigos eran dictadores. ¡Alquién entiende algo!