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Diario YA


 

sus resultados inmediatos, al menos hasta la fecha, se pueden resumir en un aumento del poder islamista

¿Acierta la UE armando a los rebeldes sirios?

Miguel Massanet Bosch. Decía W. Shakespere en su obra Timon de Atenas: “No basta levantar al débil, hay que sostenerlo después”. Y es que, señores, lo que en la actualidad está ocurriendo en Siria no sé porqué me recuerda a la famosa Primavera de los países árabes, del norte de África, y lo que han sido las consecuencias prácticas de aquellas sucesivas revoluciones, aparentemente en busca de gobiernos democráticos, que tanta sangre han costado y que, aún intentándolo ver desde un prisma optimista, no han sido capaces de conseguir sus objetivos; antes bien, lo que parece que han sido sus resultados inmediatos, al menos hasta la fecha, se pueden resumir en un aumento del poder islamista, en su aspecto más sectario, que parece ser que se ha hecho con el gobierno de todas aquellas naciones que se levantaron en contra de sus dictadores, para acabar siendo sometidas por la teocracia islámica al modo de los Hermanos Musulmanes egipcios, que han extendido su influencia tanto a Túnez, como a Libia, Egipto y Yemen..

No queda muy claro si, en Siria, el régimen del dictador Bashar Al Assad, con todas sus crueldades, su despotismo y su radicalismo, se diferencia substancialmente en sus métodos de lucha, en el trato con sus prisioneros y en su comportamiento con los civiles no beligerantes, de lo que, según las noticias que se vienen difundiendo por la prensa imparcial o, al menos, que se la considera así, es el comportamiento de los insurrectos al régimen. Puede que Europa, la siempre “impoluta” Europa, intente o, mejor dicho, haya intentado que los ciudadanos europeos nos traguemos que las armas que utilizan los opositores a Al Assad han surgido de debajo de las tierras del desierto o han podido ser adquiridas por unos luchadores que tendrán valor, impulso guerrero y rabia revolucionaria, pero de lo que carecen, sin duda, es de dinero para poder adquirir las armas modernas que, a través de los documentales de guerra, hemos podido ver en poder de los opositores. ¿Quién, pues los ha estado armando, proveyendo de provisiones y enseñándoles técnicas militares que nunca pueden haber sido fruto de la pobre instrucción militar de unos civiles que se lanzaron a la calle contra el todopoderoso régimen de Bashar Al Assad?

Evidentemente, sólo los más cándidos o los más fanáticos se pueden tragar que unos espontáneos, sin que haya alguien que los ayude, pueden poner en un brete a los tanques del dictador sirio y, como ha sucedido, reconquistar ciudades de las que anteriormente habían sido desalojados. Armas antiaéreas, cohetes anti tanques, misiles tierra aire y todo un arsenal militar con sus instructores, han estado entrando a través de los estados vecinos de Siria, para proveer a los revolucionarios sin que haya sido preciso que la UE tomara la decisión de autorizar a las naciones que la componen para que puedan reforzar con armamento a los “patriotas” que luchan por echar del poder a Al Assad y su familia.

Europa ya tiene bastantes problemas con intentar salir de la crisis, que no parece querer amainar; cuando tiene que apechugar con las disensiones internas entre el bloque de los países del norte, con Alemania a la cabeza, y el de los países del sur, entre los que parece que se puede incluir a la Francia del señor Hollande o, sin ir más lejos, con los problemas planteados por el Reino Unido – que, a la vez, se ve en la tesitura de tener que bregar con los europeístas y los antieuropeistas que se encuentran tanto en el bando de los tories como en el de los whigs – para que ahora se quiera constituir en la “conciencia” de los países islamistas, lanzándose a la peligrosa aventura de ayudar a una facción, que nadie garantiza que represente ni políticamente, ni socialmente ni mucho menos, desde el punto de vista islamista, un futuro mejor para sus propios intereses.
Contrariamente a los argumentos ofrecidos por el Parlamento Europeo y los ministros de AA.EE, a favor de armar a la oposición siria, mucho nos tememos que esta decisión puede ser contraproducente si, como ya se ha empezado a producir, los país islamistas vecinos, que apoyan a Al Assad, consideran esta intervención como un ataque directo al Islam, algo que puede acabar de enconar la lucha entre ambos bandos, en la que participan apoyando al dictador sirio, los peligrosos miembros de Hezbolá,  “El partido de Dios”,los grandes enemigos de Israel. Y no creo equivocarme si, como parece;  la UE haya decidido aplazar la entrega de armas a los rebeldes hasta el mes de Agosto, con la intención de que, entre tanto, se puedan producir conversaciones encaminadas a conseguir la paz; lo que ocurra, de verdad, es que los rebeldes retrasen todo lo posible las posibles conversaciones para conseguir rearmarse y entrenarse para, cuando llegue el mes de agosto, presentándose como víctimas de la “intransigencia” de Al Assad, estén en mejores condiciones para reanudar la lucha.

Irán ya ha criticado la decisión de la UE de suministrar armas a los rebeldes, algo que ha calificado como “apresurado” y “peligroso”. El ministro de Exteriores iraní, Abbas Araqchi, ha asegurado que la decisión de la UE complicará la situación de Siria, remarcando que, en su opinión, perjudicará los intentos para conseguir una solución política al conflicto. Y es que, no sé porqué, sabiendo que EE.UU y Rusia, estaban impulsando una cumbre en Ginebra, en la que parece que algunos grupos rebeldes estaban dispuestos a participar; donde se intentaba juntar a los rebeldes y al régimen; la CE ha metido baza en el momento que parece menos oportuno. Da la sensación de que Europa no ha querido quedar marginada. Celosa de EE.UU y Rusia.

Y, en todo este complicado tema, falta saber la posición de Israel a quien es posible que le fuera favorable esta presunta igualdad de medios de ambas facciones en lucha, lo que le permitía ver como sus enemigos de siempre se estaba destruyendo mutuamente sin que, ninguno de ellos, pareciera llevar una clara ventaja. ¿Se imaginan ustedes que, su proverbial enemigo, Irán, se involucre abiertamente en el conflicto a favor de Al Assad, uniendo sus fuerzas a las del Ejército sirio y a los terroristas de Hezbolá, para acabar con la insurgencia? ¿Podrían admitir los israelitas que sus fronteras quedaran en peligro, ante una hipotética victoria de la coalición, en manos del terrorismo islamista?

En realidad, si como ocurre, el tema sirio siempre ha estado vigilado por Rusia en apoyo del dictador Al Assad y los EE.UU a favor de los rebeldes, ¿podemos considerar oportuna la intromisión de Europa, dando un paso más hacia la militarización del conflicto, abandonando su política de sanciones económicas, financieras y comerciales con las que participaba al boicot a Irán? Nos preguntamos lo que sucedería si, la venta o el suministro de armas a los rebeldes sirios por parte de los países europeos, pudiera desencadenar en Oriente Medio una Yihad en la que, el integrismo musulmán, abanderado por Ahmanideyad, decidiera llevar a cabo la destrucción masiva de los llamados infieles utilizando para ello el poder nuclear del que parecen disponer.

Si el señor Obama ha tratado con tanto cuidado de no cruzar la línea que pudiera enfrentarlo directamente a Irán; si su preocupación por Israel y su política por calmar sus impulsos bélicos, en los momentos cruciales de enfrentamientos con sus vecinos palestinos y si, estando en sus manos acabar de un plumazo con Al Assad; no lo ha hecho; deberemos suponer que ha valorado concienzudamente los peligros de un enfrentamiento armado en aquella peligrosa zona, de la que depende el suministro de petróleo de medio mundo. O así es, señores, muestra forma de ver esta situación.