Cuando el pasado 23 de junio los ciudadanos del Reino Unido votaron en referéndum su salida de la Unión Europea, una de las principales preocupaciones de los mercados internacionales era prever el efecto que esta decisión tendría en la economía mundial. Se despertaron temores como la imposición de aranceles por parte de la Unión a los productos británicos que provocara una huida de empresas de las islas al continente y una importante recesión económica en el Reino Unido.

Pasados unos meses desde la votación, aún se desconocen las consecuencias económicas que tendrá la huida británica aunque ya se han notado algunos efectos como la subida del precio del oro. De hecho, en las primeras horas en que se supo que el sí a la salida de la Unión era la opción mayoritaria de los británicos, el precio de la onza de oro se elevó desde los 1.260 dólares hasta los 1.340. Unos indicios que se fueron consolidando las fechas siguientes a la votación y hacen que expertos auguren incrementos que ronden los 1.400 dólares por onza.

El motivo principal de esta alza es que ante la incertidumbre generada por esta nueva situación tras el Brexit, los inversores se refugian en un activo que consideran más seguro como es el oro. Por lo tanto, sube la demanda del metal y esto se traduce en un incremento de los precios. Pero no sólo la ley de la oferta y la demanda determina el precio del oro. Evidentemente, la alta demanda es uno de esos factores y, quizás, el más importante de ellos, pero hay otros que también influyen.

Uno de esos factores ha sido históricamente las crisis políticas y financieras. El oro es visto tradicionalmente como un valor seguro, que no sufre fuertes fluctuaciones lo que hace que en momentos de confusión aumente la inversión en oro mientras pasa la incertidumbre. El Brexit ha sido definido como la mayor amenaza contra la construcción europea desde la II Guerra Mundial… desde luego una incógnita que puede minar la confianza del inversor más avezado.

Por otro lado, el resultado del referéndum también ha provocado la depreciación de la libra esterlina respecto al euro y respecto al dólar. La moneda estadounidense es la que se toma como referencia para fijar el precio del oro por lo que su evolución también tiene una incidencia directa en el devenir de dicho precio. La evolución dependerá tanto de cómo se estabilice el valor de la libra como de la decisión que tome la Reserva Federal en cuanto a la tasa de interés nacional.

Son tantos los factores que intervienen en el establecimiento del precio del oro que predecir cómo se comportara es realmente complicado. Y aún más si intervienen factores no previstos como el Brexit que desbaratan cualquier previsión. De todas maneras, lo que no cambia es que aquel inversor que sea capaz de acertar cómo se comportara el precio de este activo tendrá la oportunidad de ganar mucho dinero y aumentar exponencialmente sus finanzas.