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Diario YA


 

DEL SAHARA Y DE CUBA (II)

¿Ideologización o educación?

Luis de Carlos Calderón. En artículo anterior copiábamos, al final del mismo, la carta que el pasado día seis enviaba el presidente de la RASD al tirano comunista de Cuba. Escribíamos sobre la desazón que produce que el representante de un pueblo perseguido, expulsado de sus propias tierras, alabase a los grandes responsables del exilio de muchos nacionales de otro pueblo hermano. Sin embargo, todo tiene su explicación que no justificación.

El abandono de la provincia española del Sahara, dejando a los saharauis, entonces ciudadanos de España, solos ante el peligro imperialista marroquí también puede tener explicaciones: la muerte de Franco que hubiese respetado la realización de un referéndum, la actitud exaltada del Frente Polisario, la presión internacional… pero jamás justificación. Las consecuencias de dicho abandono no sólo son las conocidas y muy comentadas de la invasión de la marcha verde y la posterior situación del pueblo saharaui abandonado a su suerte. Un abandono continuado, durante treinta y cinco años, de los gobiernos españoles que ni siquiera han luchado para conservar el español, idioma al que el Instituto Cervantes no ha dedicado ni un céntimo en el Sahara del exilio a pesar del interés de nuestros antiguos compatriotas en hablarlo y reconocerlo como segunda lengua tras el hassania, ha conseguido que parte del pueblo español no sólo haya criticado esta lamentable situación sino que se haya movido en orden a ayudar al pueblo saharaui. Sin embargo, por razones obvias son iniciativas muy limitadas.

Lógicamente, cuando alguien deja un vacío, otro lo llena. Hicieron lo propio contados organismos y algunos estados, unos por caridad, otros por solidaridad y algunos por interés de extender revoluciones comunistas.

En este contexto, Cuba adopta una serie de iniciativas que deberían haber sido de España. Así, se ofreció a ser la guía en la enseñanza de los niños y jóvenes saharauis que llegan a Cuba a los 10 u 11 años, comenzando sus estudios en la Isla de la Juventud donde se les enseña el español y las materias básicas. Una vez terminado el curso previo a la universidad y de acuerdo a las calificaciones obtenidas se les asignan las carreras universitarias o técnicas, trasladándose a la isla principal. Incluso disfrutan de la asistencia del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) que sufraga a los estudiantes saharauis en Cuba el transporte para el retorno a Tinduf de los estudiantes graduados y un pequeño estipendio para ropa, calzado, utensilios de higiene y material escolar. Muchos años en la república caribeña.

Desde España, algún grupo de apoyo en campaña del año 2005 ha destinado sus ayudas a Cuba para atender las necesidades de los cerca de 3.000 estudiantes saharauis que había en la isla en esos momentos. En estos últimos años, por tanto, son miles los niños formados a la sombra de las fotos del Ché y del comandante Fidel ¿simple instrucción o ideologización? Los futuros médicos, técnicos, pero sobre todo los profesores saharauis ¿qué transmitirán a las generaciones próximas que caigan en sus manos? ¿Podrá suceder que el pueblo saharaui pase del absolutismo del sultanato marroquí a un totalitarismo similar al de Cuba? ¿Qué han hecho y qué podrían hacer en España por los saharauis los que gozan de cierta influencia con el fin de animar a dar  un paso en becas a directivos o propietarios de centros educativos amantes de la libertad? Ciertamente tendrían que ser iniciativas privadas porque, en el momento presente, cualquiera gubernamental española es más peligrosa que la cubana pues la ingeniería social proyectada en el sistema educativo español hace de éste el más pernicioso de los conocidos.

Por lo dicho, es alentadora la noticia de que tres profesores acudirán a principios de febrero a los campamentos de Tinduf para formar allí durante tres meses a mujeres pertenecientes al "Centro de Formación del Profesorado 9 de Junio" en la didáctica de la lengua castellana. Esta es la segunda vez que se llevará a cabo una acción similar con el apoyo del Ayuntamiento de Elche y la Agencia Española para la Cooperación Internacional al Desarrollo (ACID) una Entidad de Derecho Público adscrita al Ministerio de Asuntos Exteriores. Siendo el Instituto Pedro Ibarra y la Asociación de Ayuda al Sáhara Occidental las entidades que actúan como coordinadores del proyecto.