¿Los Juegos o la Champions?
Mientras Leo Messi prepara con su selección la participación en los Juegos Olímpicos de Pekín, el Barcelona lucha para que el argentino pueda disputar con la camiseta azulgrana la previa de la Liga de Campeones. El jugador ha manifestado por activa y por pasiva su deseo de defender la camiseta albiceleste en los Juegos aunque también acatará lo que decidan los altos organismos. La FIFA ‘obliga’ a todos los jugadores menores de 23 años a estar con su selección pero vuelve a olvidarse una y otra vez que quien paga, quien sostiene a estos jugadores, quien les prepara para que estén al nivel necesario, son los clubes, esos clubes a los que precisamente se les ‘obliga’ a dejarles ir y prescindir de ellos en una cita tan importante como la previa de una Liga de Campeones de la que dependerán gran parte de los ingresos de la entidad.
El Barcelona está en su derecho de intentar mantener a Messi en sus filas. Un tropiezo en los partidos de agosto trastocaría seriamente la planificación de la temporada, por lo que no está en condiciones de prescindir de su jugador más desequilibrante. Es la eterna cantinela… el amor a una camiseta y el amor al dinero. El jugador está en el medio, si pudiera partirse lo haría pero ante la tesitura de los Juegos o la previa de la Champions, decide la cita olímpica. Seguro que muchos verían este asunto de manera diferente si tuviéramos a nuestra selección clasificada para Pekín. ¿Entenderíamos que Torres jugara la previa de la Champions con el Liverpool y no los Juegos con España?
El asunto Messi no es el único ya que son muchos los clubes que tienen en sus filas jugadores que se encuentran en la misma situación. Seguro que en el Barça y en el resto de equipos, desean ver a sus futbolistas colgándose una medalla, pero ¿a qué precio? ¿De qué le vale un metal al Barcelona si no pasa la previa? ¿De qué les vale presumir de ver a uno de los suyos en Pekín si éste se lesiona? Tanto que se alaba la profesionalidad y el profesionalismo, ‘obliguemos’ a la FIFA a reconducir una situación que cada año genera fricción entre los clubes y el máximo organismo. Ajustar las fechas es complicado pero sí debería cerrarse definitivamente un seguro o una indemnización ante cualquier contingencia ya que las penas con pan… son menos penas.