Javier Paredes. La protagonista del día es María Amalia de Sajonia, esposa de CarlosIII, que nació el 24 de noviembre de 1724. Era alta, robusta, de tez blanca, ojos azules y cabello muy rubio. La boda se celebró por poderes en Dresde el 9 de mayo de 1738, cuando ella aún no había cumplido los catorce años. El matrimonio salió muy bien y al enviudar Carlos III comentó: “En 22 años de matrimonio, este es el primer disgusto serio que me da Amalia”. El rey no se volvió a casar.
Era frecuente entonces, y no sólo entre reyes, casarse por poderes como sucedió en este caso. Naturalmente que estos usos chocan con la mentalidad actual y nos parece más razonable que una boda esté precedida de un noviazgo, que permita el conocimiento de los futuros contrayentes. Ahora bien… ¿Me caso porque te quiero o porque me caso te quiero?... Los dos, pero en caso de tener que elegir sólo uno, tiene más garantías de duración y de verdad el segundo planteamiento. ¡Pero que nocivo es el sentimentalismo!