José Luis Orella. D. Alvaro Maortua Picó falleció a primeros de marzo de este año. Había nacido en Limpias, un doce de julio de 1921, junto a la famosa talla de Cristo, venerada no solo en la Montaña, sino en toda la Hispanidad. Hidalgo de montaña, fue Doctor en Ingeniería Naval, iniciando su carrera en los Astilleros Corcho, que era la quinta empresa de Cantabria, con 630 trabajadores.
Durante catorce años, junto a su equipo, construyó treinta barcos para la Marina Mercante. Poco después, instalado en Bilbao, fundó GEA, empresa de ingeniería en Bilbao, con una factoría en Yurre y otra en en Burgos, que construían sus propios equipos proyectados de intercambio de calor para diversas industrias del petróleo, químicas, centrales térmicas.
Dando empleo a 800 personas. "No son ochocientos mil", pero fueron reales, y no quimeras. Junto a su trabajo, donde conoció a Gregorio López Bravo, compañero de promoción, siempre le gusto descubrir la entraña de la historia del país a quien servía. Amante de la historia, su inquietud le llevó a escribir varias obras de ensayo e historia, como: Razón es fidelidad: España hoy: Antología de la Historia de España y España, una conciencia histórica para la esperanza. En esta última escribía una apretada síntesis de la Historia de la cultura de la civilización cristiana y de España en ese marco vivo. Este Trabajo resulta una demostración de cómo de cómo la Historia de España constituye un desarrollo unitario en torno al eje de la dignidad espiritual del ser humano, y su aporte positivo a la Historia de la cultura Universal es de tal calibre, que si España no hubiera existido el mundo sería diferente y peor.
Aprendía de los mejores, era proverbial su amistad con el maestro de historiadores, Luis Suárez Fernández, y con el de filósofos, Antonio Millán Puelles. En la lucha cultural, fue uno de los fundadores de Foro Arbil, movimiento cultural que divulga el pensamiento católico a través de actividades culturales y una revista digital que se ha convertido en la primera en divulgación en lengua española. Miembro activo y presidente de Arbil-Vizcaya, fue propuesto por su calidad intelectual a Miembro de su Consejo Asesor, del cual siempre quería dimitir, a favor de ser considerado activo.Como persona comprometida siempre estuvo en primera fila en otras áreas, como delegado de la Fundación Nacional Francisco Franco en Vizcaya, como fundador de Unión Nacional Española, formación tradicionalista que se integró en Alianza Popular, y de la cual se salió junto a los favorables al NO a la actual constitución de 1978.
En la actualidad había ayudado a la formación socialcristiana AES ha formar su núcleo vizcaíno. Sin embargo, su categoría personal fue la que le marcaba para los demás. Era uno de esos amigos que sabes que siempre los tienes, con una finísima sensibilidad, para conocer la necesidad del otro, capaz de alentar todo lo que él considera plausible, sabiendo retirarse para no que no le tengan que dar las gracias, y que con autonomía los demás sigan su camino después de su consejo, trabajo, ayuda. A cuantos ayudó… a cuantos llevó su currículo…dio su consejo.
En el terreno educativo fue persona comprometida como amigo y padre de las obras corporativas del Opus Dei, el Colegio Gaztelueta y la Universidad de Navarra. Marcado por la espiritualidad de San José María Escrivá de Balaguer, su apostolado fue continuó, incluso cuando en los últimos tiempos debía ser ayudado en una silla de ruedas, hombre austero de los de café solo y pitillo ladeado, “veía” almas en el camarero, en el abandonado de la calle, en el panadero… nadie escapaba a sus preguntas, interés, cariño y siempre, su oración. Su mujer, hijos, nietos y biznietos, fueron testigos de su apostolado de la confidencia. Como amante de la mar y de sus hombres, quien de sus marinos no le conoció y fue amigo suyo, su lema siempre fue "Remad mar adentro y pescad" "Duc in altum".