“Descubriendo a Padilla”, merecido homenaje al genial compositor
Luis de Haro Serrano
Con este singular título, el Teatro Nacional de la Zarzuela rinde un más que merecido homenaje a uno de las más grandes y conocidos compositores de nuestro país que, como tantos otros permanecen injustamente en el olvido o en la más triste indiferencia.
El maestro Padilla (Almería 1889/ Madrid, 1960), como así era conocido en todo el mundo, es uno de los compositores españoles cuya trayectoria, reconocidamente, ha tenido más repercusión universal. Su música se ha escuchado y difundido en los cinco continentes y la belleza de sus canciones ha abarcado la mayoría de los estilos musicales; chotis, tango, fado, opereta, el gran musical y la zarzuela, además del cine, donde más de 300 títulos, siempre con gran éxito de público, llevan la firma de su ingenio musical.
La mezzosoprano española Mª José Montiel y el pianista vasco Rubén Fernández Aguirre, que han realizado un meritorio trabajo de recopilación, adaptación e interpretación de sus obras para poder ofrecer este homenaje, han sido los que, en el Salón Principal del Teatro han dado curso a este merecido homenaje, previsto en un principio para el recoleto salón "Ambigú" del Teatro con la agradable circunstancia de que el cambio de fechas facilitó que la Zarzuela pudiera colgar ese tan deseado cartel de "No hay billetes" porque el lleno fue absoluto., dando con ello muestra, una vez más, de cómo reaccionan los fieles seguidores de esta Institución cuando se les necesita. Una realidad muy a tener en cuenta por quienes deben oir, ver y pensar, ante las inquietudes que con motivo de la creación de la nueva Fundación "Teatro Real, Teatro de la Zarzuela" se va a poner pronto en marcha y que tantos comentarios e inquietudes ha suscitado entre los amantes de este género lírico. Comentarios que, con la mayor delicadeza y naturalidad, como era de esperar, en un breve descanso del recital hizo alusión la mezzosoprano M. José Montiel pidiendo, sin citarlo expresamente, que se cumpla lo que en unas declaraciones públicas anunció el Secretario de Cultura, Fernando Benzo; "que verdaderamente esta fusión no cause perjuicio de ningún tipo, ni social ni cultural, abogando porque para lo que verdaderamente debe servir esta nueva Institución, lejos de intereses personales o privados sea para defender contra viento y marea lo nuestro, lo típicamente español como es nuestra zarzuela y a nuestros compositores y que se luche con ahínco para que este género tan típicamente hispano sea , por fin, declarado Manifestación Representativa de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial. Que no quede en agua de borrajas y deje de convertirse en un ‘happy hour’ como suele habitualmente suceder con muchas de las promesas políticas”.
Con motivo del 50 aniversario de su muerte, conocido como el "Año Padilla", se celebraron numerosos actos y homenajes en distintAs ciudades del mundo. Se inició en Damasco el 19 de enero de 2010, con un concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional de Siria en el Teatro de la ópera, interpretando Caminos de Damasco. En marzo, se le homenajeó en La Habana, y en la segunda semana de abril en Buenos Aires se le dedicó una placa en el Teatro de la Ópera. También en abril se le recordó en Oslo, y en la primera semana de mayo las embajadas de España y Francia en Lisboa organizaron un concierto homenaje en recuerdo de su esposa. De nuevo en Oriente Medio, se celebraron conciertos en Damasco y en Beirut y en otoño diversos conciertos y exposiciones en Moscú, Tokio, Seúl y Hong Kong. El año Padilla se cerró con el estreno de una partitura inédita en París, dentro de los actos que la ciudad le dedicó con motivo de esta celebración
El denso programa hizo un delicioso recorrido por lo mas selecto de sus obras como El Relicario, La "estudiantina portuguesa, el pasodoble Valencia, su inédita, Ah...Crie, mon coeur, estreno mundial absoluto y la incomparable Violetera, canción por la que tuvo un duro y largo litigio jurídico con el propio Charlie Chaplin -que ganó- y de la que el gran compositor francés, Maurice Ravel, llegó a decir que habría dado su mano derecha por haber sido él el autor de una obra de tanta belleza