“El estreno de una artista” y “Gloria y Peluca” hasta el 13 de marzo
Luis de Haro Serrano
El Teatro de la Zarzuela, de acuerdo con su política de alternar la presentación de las obras más recordadas y conocidas del gran público con otras menos populares pero dotadas de gran calidad, presenta hasta el próximo 13 de marzo las obras “El estreno de una Artista”, compuesta por Gaztambide sobre libreto de Ventura de la Vega y “Gloria y peluca” de Francisco Asenjo Barbieri, según texto de José de la Villa del Valle, basado en la opera cómica francesa “ “Conciert a la Cour ou la Debutante” estrenadas respectivamente en el Teatro del Circo Price de Madrid el 5 de junio de 1852 y en el Teatro Variedades, el 9 de marzo de 1850.
Como comenta Ana María Freire en sus notas al programa, el paso del tiempo no ha conseguido envejecer la grandeza de sus partituras, que continúan atrayendo y entusiasmando al espectador.
La sugerente puesta en escena y la belleza de su interpretación con la que en esta ocasión las presenta el Teatro, están avivando con fuerza el interés de ese nutrido público que tanto disfruta con un género tan nuestro como es la zarzuela, especialmente cuando su puesta en escena goza de tanta calidad, premiando con su masiva presencia el esfuerzo que todo el equipo gestor de la Zarzuela , dirigido por Luis Olmos, está realizando últimamente. Por ello, según sus propias palabras, considera que supone un olvido injustificado la ausencia de estas dos obras en la programación del Teatro, especialmente si se tiene en cuenta que los dos compositores, eran perfectos conocedores de las tendencias musicales europeas de la época y que la primera llevaba ventisiete años sin subir a este escenario
Es un gran acierto presentarlas con una propuesta escénica única, realizada con un perfecto nexo de unión entre ellas y con el carácter del “teatro dentro del teatro”. Un espectáculo integral dada la afinidad de sus respectivas líneas argumentales. Como era de esperar, sus textos han tenido que pasar por los oportunos retoques y filtros de actualización.
Su estilo musical mantiene ese aire tan propio de la opereta francesa; jocoso y movido. La primera ofrece un final muy atractivo con el que el espectador puede disfrutar de los numerosos dúos y cuartetos que en ella se encuentran, realizados en forma de deliciosos concertantes.
Como comenta el director musical José Miguel Pérez-Sierra, dirigir un programa doble de estas características es un trabajo muy atractivo, especialmente si se tiene en cuenta que es un proyecto que la dirección del Teatro llevaba ya varios años preparando.
El equipo compuesto por Ignacio García como director de escena y dramaturgia, Juan Sanz y Miguel Angel Coso, escenografía; Javier Artiñano, vestuario y Francisco Ariza, iluminador, unido al de José Miguel Pérez-Sierra, director musical, por su gran profesionalidad y gusto artístico han realizado un trabajo francamente interesante y llamativo Se ha notado claramente el gran esfuerzo, interés y entrega que todos, sin excepción, han tenido.
La Orquesta de la Comunidad de Madrid, titular del Teatro y el coro titular, magníficamente preparado por Antonio Fauró y, por supuesto el elenco vocal en el que todos son intérpretes dotados de voces de probada calidad, belleza, perfección además de su dominio de la escena, estuvieron verdaderamente perfectos. Especialmente la soprano Sonia de Munck, Sofía; el tenor José Manuel Montero, Enrique y el barítono Marco Moncloa, Artucio y Marcelo Pelusa. Genial en su difícil número, el pasaje 6º, en el que dio vida con gran realismo a los tres ficticios personajes de su ópera, cada uno con su particular tesitura: “Tened piedad, señor de un infelice”. Dentro del capítulo general de elogios es obligado mencionar también el trabajo realizado por el amplio y variado grupo de figurantes, que sirvió para que la escena alcanzara mayor fuerza y realismo