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Diario YA


 

Cierre de la temporada de zarzuela

“Luisa Fernanda”, comedia lírica abierta a las formas innovadoras del teatro musical moderno

Luis de Haro Serrano

Ochenta años después de su estreno en el Teatro Calderón de Madrid (16-03-1932) la comedia lírica “Luisa Fernanda”, de Federico Moreno Torroba, compuesta en tres actos sobre libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, continúa atrayendo al aficionado a este género por su inspiración y la proliferación de números musicales muy logrados.

Una obra que debido a pasajes tan pegadizos como los de “ay mi morena”, “caballero del alto plumero” y tantos otros ha llegado a oscurecer el nombre de sus autores, corroborando con ello el éxito que desde el día del estreno alcanzó. En esa noche el telón llegó a levantarse en más de veinte ocasiones para que el público pudiera saludar a autores e intérpretes, entre los que se encontraban nombres de la categoría de Selica Pérez Carpio, Emilio Sagi-Barba y Faustino Arregui como protagonistas. El Teatro Real la presentó durante su temporada de opera 2005-2006 contando con la presencia de Plácido Domingo en el papel de Vidal Hernando

A diferencia de lo que suele ocurrir en otras obras de este género, el último acto es el más redondo. En él se encuentran romanazas tan populares como “En una dehesa de Extremadura”, “Cállate corazón”. así como el resto del dúo entre Luisa Fernanda y Javier que le han proporcionado gran popularidad.

Si se intentara hacer una recopilación de los 50 títulos de zarzuela más populares del fructífero periodo comprendido entre agosto de 1931 y diciembre de 1932, tendría forzosamente que incluirse ese grupo formado por “Luisa Fernanda”, “Las “Leandras“ de Francisco Alonso(1931) y “Katiuska” de Pablo Sorozábal .Los más programados del siglo XX, al que con toda justicia debería unirse “Doña Francisquita”.

Luisa Fernanda abre la estela de la comedia barroca que comenzó precisamente con “Doña Francisquita”. De hecho junto a “La Chulapona”, al tener la misma estructura musical y teatral (tres actos) los autores las concibieron como un posible tríptico costumbrista sobre la vida del Madrid romántico de la época.

El libreto, escrito próximo a la instauración de la 2ª República, cuando transcurrían los últimos momentos del reinado de Isabel II, tiene el acierto de que su argumento se centra en los lances políticos y amorosos propios de la antesala de la 1ª, concebido con un gran respeto al nuevo régimen político que se avecinaba, para no despertar susceptibilidades en el público que se encontraba dividido entre los partidarios de la implantación de la República y los de la continuación de la Monarquía. De ahí ese final agri-dulce excelentemente acompañado de grandes números corales y bellísimas romanzas.

El Equipo Artístico. Dos circunstancias de diverso carácter concurren en esta agradable presentación de “Luisa Fernanda”; la despedida o cierre de la actual temporada de zarzuela y la del siempre respetado y admirado Luis Olmos como director del Teatro, al que desde esta modesta plataforma le deseamos lo mejor en su nueva andadura artística.

En la presentación de “Luisa Fernanda”, como suele ocurrir con relativa frecuenta, ha habido de todo. La escenografía de Juan Pedro de Aguilar al estar bien acompañada por las proyecciones audiovisuales de Mariona Omedes y su equipo artístico ha resultado agradable porque le proporcionan belleza y profundidad al escenario. Particularmente interesante en la presentación de las dehesas del tercer acto.

La dirección de escena contó con alternativas diferentes, junto a momentos dotados de atractivo se encontraron otros poco comprensibles como la excesiva gesticulación que se le ha hecho realizar a los intérpretes, así como las airadas intervenciones de determinados personajes que, en lugar de hablar como vecinos amigos, parecía que estaban permanentemente regañando, con un genio propio de gallos de pelea. La parte masculina del coro de las sombrillas, ese número tan esperado por el aficionado, resultó pobre y apagado, por culpa del deslabazado movimento y la falta de fuerza y tono de las voces de la cuerda masculina. El complemento de la proyección fue lo único que lo salvó

El tenor José Manuel Zapata (Javier) y la soprano chilena Cristina Gallardo (Luisa Fernanda) no acertaron con el tono lírico-romántico y dulce que su primer gran número requiere, “De este apacible rincón de Madrid”, especialmente Zapata que lo atacó con una desconfianza que le llevó a que su voz saliera llena de aristas así como por el abuso del falsete y de los agudos gritados, no cantados. Todo ello, afortunadamente, fue superado por ambos cantantes en el gran dúo “Cállate corazón” en el que sus voces resultaron elegantes y cuidadas para resaltar al máximo la belleza de un pasaje tan delicado como expresivo.

Mucho mejor, bastante mejor, en líneas generales, estuvieron el barítono Juan Jesús Rodríguez ( Vidal Hernando) y la soprano Yolanda Auyanet (Carolina) justamente aplaudidos por el público que premió con recios aplausos el verismo y sentimiento que desplegaron sus voces.

El resto de los números más conocidos, “Caballero del alto plumero”, “Para comprar a un hombre”, el “dúo de la flor”, “En una dehesa de Extremadura”, el coro de vareadores y el de “el carandero se ha muerto” junto al famoso “ay mi morena” resultaron muy agradables de escuchar por la perfecta armonización de las voces de sus intérpretes

El vestuario de Cristina Rodríguez, la iluminación de Fernando Ayuste, así como el quinteto que integra el grupo de ballet, merecen los mejores elogios.

 

 

El maestro Cristóbal Soler, perfecto conocedor de la música del género y, especialmente, de la partitura de “Luisa Fernanda”, realizó un gran trabajo con la orquesta, que destacó en la interpretación de los números estrella. De cualquier forma nos parece que estaba muy justa de instrumentos, especialmente en lo que al sector de la cuerda se refiere.