Redacción

“El estado ha de tener un poder limitado. No debe tomar decisiones que toma mejor la sociedad civil”, ha afirmado Lucía Figar. La consejera ha insistido en la necesidad de apostar por los emprendedores, por las familias y las iniciativas sociales en el campo de la sanidad y la educación. “Necesitamos fórmulas de gestión que den espacio a las iniciativas privadas, que respeten el derecho de los padres a decidir qué tipo de educación quieren para sus hijos”. En esta línea, Blond ha subrayado el novedoso papel que la Big Society está cumpliendo en el Reino Unido: frente al déficit de propiedad sintomático de la izquierda y frente a la competencia irreal promovida por la derecha, la Big Society aboga por aunar propiedad y competencia, por favorecer la libertad de los ciudadanos incidiendo en su capacidad de crear vínculos y de responder a sus necesidades concretas.

“Estoy a favor de una cultura presupuestaria en la que la gente decide dónde y cómo gastarse el dinero”. Junto a esta libertad, Blond apela a la capacidad asociativa y comunitaria, que puede aumentar realmente la eficacia del mercado, valorando y potenciando los vínculos personales: “si las personas se encuentran, se puede afrontar cualquier situación. Somos individuos pero nacemos en relación. Separar al individuo del resto es una abstracción”. El individualismo moderno, encarnado en Rousseau, ha tenido dos consecuencias dramáticas: el colectivismo radical y la falta de confianza en las relaciones. En este sentido, ha afirmado Blond: “En un ambiente de desconfianza, todo tiende a criminalizarse. Donde hay sospecha, se da inevitablemente un exceso de reglas. Donde crece la confianza en los otros, aumenta la productividad y se evita la burocracia y la mediación de miles de gestores ineficaces”. Para la consejera de educación, la situación española es deudora de una tendencia estatalista muy arraigada social y políticamente: “En España se da un doble fenómeno muy peculiar: por una parte, un tejido social muy rico, por otra, una dependencia de la financiación estatal a todos los niveles”.

Finalmente, ambos políticos han subrayado el lugar privilegiado que ocupa la libertad de educación para devolver el protagonismo a las personas: “La libertad de educación, la capacidad creativa, los incentivos sociales, el respeto al derecho de elección y de agrupación, constituyen un camino necesario para evitar desigualdades, para ofrecer posibilidades a todos”, ha afirmado Blond. Lucía Figar no ha dudado en tildar el sistema educativo español como “injusto e insostenible económicamente. En España no es efectivo el derecho constitucional de la libertad de educación”.

Como conclusión, Rafael Gerez, presidente del Encuentromadrid, expresó que el protagonismo sólo se puede devolver a las personas si éstas quieren recuperarlo. “El camino concreto que se debe tomar es sostener y fomentar en la práctica las iniciativas sociales existentes”. “El Encuentromadrid es un ejemplo real de cómo el tejido social puede recuperarse”. Lucía Figar afirmó de este evento anual que “se ha convertido en una fecha señalada dentro de la agenda cultural de la Comunidad de Madrid”.