“política”
Nadie puede dudar ya de que la política con "p" minúscula, la que se practica entre nuestros representantes, es la más alucinante herramienta para enriquecer a unos pocos. Al final, queda la sensación de que este chiringuito piramidal que se ha ido montando alrededor del político profesional, paga con el dinero del incauto que cae en sus redes a los que se encuentran por encima de él.
La crisis es muy grave, pero aún nos queda dinero a los españoles para seguir pagando los sueldos de los que se creen mejores que su empleador. La crisis es muy grave pero el dinero cae, en catarata inagotable, y va regando prebendas y pagando favores. Y al que se supone que debe cuidar de que las cuentas cuadren y encuentren los dineros el camino para mejorar la vida de todos, se le caza en fraude fiscal, blanqueando dinero, obligando a unos y pagando el soborno de otros. Menos mal que Rajoy ponía la mano en el fuego por la honorabilidad de sus cargos electos. La corrupción política sólo es equiparable a la desvergüenza de las declaraciones con las que nos hacen comulgar con ruedas de molino.
Y, sin embargo, no hay reacción.