¡Bienvenidos, compañeros!
El último director del YA que conocí, en 1996, fue Rafael González. Me dijo, en una ocasión, que en España había tres periódicos “fundados por aristócratas: el ABC, por el marqués de Luca de Tena; La Vanguardia, por el conde de Godo, y el YA, por un Príncipe de la Iglesia”, el cardenal Herrera Oria. Lo decía con mucho orgullo, el mismo que sentíamos quienes trabajábamos allí.
Con el paso del tiempo, uno tiende a olvidar los malos ratos y a recordar sólo los buenos momentos, los amigos con los que convivió y las experiencias que acumuló en aquella redacción de la calle Mateo Inurria, primero, y de la zona industrial de Alcobendas después, cuando sólo quedaba la sombra de lo que fue.