Ignacio Torres-Brizuela. Un nuevo día. Bueno, a estas horas de nuevo tiene más bien poco.
Como de costumbre, un servidor se pone a mirar las noticia, pero esta vez prefiere hacerlo al mismo tiempo que recaba información para un futuro año de Erasmus. Me pase más de una hora con la pestaña de mi diario habitual en un rincón mientras todas las demás pestañas del navegador eran ocupadas con páginas de universidades europeas, de información sobre becas, de destinos europeos disponibles... Pero, casi como enviado del cielo para decirme de manera sutil "Para el Carro, macho", un mensaje al móvil de mi viejo amigo GB me puso al corriente. En un principio me había escrito para preguntarme consejo con su novia, pero no se cómo, esa breve "charla" se convirtió en un "¿Qué se cuenta el mundo de interesante, periodista?".
Di gracias de que mi silla tuviera respaldo, o los vecinos de abajo hubieran disfrutado del concierto de mis costillas sobre ellos.
"Dichosa ironía..." Pensé al ver el titular.
Los beneficiarios de Erasmus deberán tener una beca general
¿En serio? Ahora lo vuelvo a preguntar por si no se me ha oído bien: ¿En serio?
Quiero decir, justo cuando me intereso más que nunca por la experiencia de vivir un año fuera, y después de buscar información por todo Internet, ¿van y me saltan con esto? ¿Qué ahora necesito otra beca de antemano?
-“Pues estamos apañados”
-“I, a ti te bastaría con tener que sacarte la beca este año como sea, pero ¿te crees que es el que peor lo lleva?”
En efecto, haciendo caso a esa vocecilla de mi cabeza que hago llamar “Razón”, seguí leyendo la noticia. Al parecer, el caso se había anunciado así de repente, sin dar tiempo a la gente a prepararse. De hecho, buscando en las bases de datos de mi universidad, así como en Internet, no hallamos ningún previo anuncio de alguna medida futura respecto a las becas de Erasmus.
Tal y como redacta la noticia, parece ser que esta medida afectara incluso a aquellos que ya habían adquirido la beca y ya se encontraban en el extranjero.
“Menuda risa le va a dar a la mayoría al saber que no recibirán ninguna ayuda económica” Pensé
Desde luego, es cierto que tampoco es como para andar quemando edificios, pero aun así…
Aprovechó la ocasión para criticar ligeramente a Ignacio Wert por autorizar semejante chapuza. No digo que no sea preciso ahorrar, recortar gastos innecesarios y vale que a raíz de esto, no den por la cara becas. Pero hay maneras mejores de hacer estas cosas. Este cambio brusco va a traer problemas. Vale que tampoco estamos hablando de una concesión de varios miles de euros por alumno, pero aún así…
Escribo esto la mañana del martes: he recogido unas opiniones.
Aunque muchos no puede decir que estén contentos con la reforma en si, tampoco es que les parezca mal. La cosa viene en el modo en que se ha hecho. Mi amigo BV me comenta que si hubieran avisado de antemano, seguro que tampoco montarían tanto lio. Y es que una media de 30.000 alumnos de Erasmus cada año y 13.000 firmas en contra, he de admitir, no son moco de pavo.
Pero al llegar a casa, he encendido el ordenador y revisado los diarios:
Al menos, ahora tenemos a Bruselas para evitar problemas. A ver si ante eso, nuestro ministerio de educación tiene algo que decir para ayudar a los estudiantes que ya habían partido.
De momento, parece que el problema se ha arreglado parcialmente. Sigue quedando la cuestión de necesitar beca, pero la verdad es que es una medida que aunque a mí me complica el proyecto de pasar un año en Dinamarca, podría ser peor. Habrá que esforzarse más. Cierto, no todos los jóvenes pensamos así. De hecho, algunos, (J. y L. de entre mis conocidos) preferirían las cosas como estaban antes, para así tener un acceso más fácil. Cierto, a todos nos gusta lo fácil, pero ¿Qué merito hay en ello?
Pero coincidimos en una cosa: nuestro gobierno, ya sea por H o por B, no hace nada a derechas. Quiero decir: ¿En serio les iban a retira la pequeña subvención que ya les habían exigido y a la que ya se habían comprometido a pagar? ¿Así sin más? ¿Sin avisar? Pero no, por favor. No, sencillamente eso no se hace así.
“Es que parece que el gobierno actúa, luego piensa” me comentaba GV.
Es que estos asuntos, estas decisiones, estas reformas hay que hacerlas bien, así, con tiempo y meditadamente, no de golpe “con faldas y a lo loco”. No, sencillamente no. Hechas así de golpe y sin pensar, salen mal y surgen problemas. Ya nos pasó con los presos etarras y los violadores y asesinos a los que tenemos que soltar e indemnizar por alargarles la condena más allá de lo estipulado. Es que parece que no aprendemos…
Cierro el ordenador y agarro mi libro, “El Extranjero” de Albert Camus. No quiero saber nada más de política ni de noticias por el día. Ya me enteraré mañana…