El potencial del neuromárketing es tal, que algunos expertos apuntan ya a que, gracias a esta disciplina, es posible incluso vender una casa en un instante. Estos profesionales señalan que tan solo es preciso aplicar una serie de técnicas para que un negocio inmobiliario consiga vender cuanto antes una propiedad.
A fin de cuentas, una casa no es más que un producto que debe cautivar a un posible comprador. Es por esto que, para los especialistas, es necesario cautivar a esa persona a través de sus cincos sentidos. En relación a lo cual, lamentan que el neuromárketing no sea especialmente utilizado en el sector inmobiliario.

Pequeños detalles que pueden marcar la diferencia
Si el objetivo fuera por ejemplo la venta de casas en Chiriquí, habría que aplicar las técnicas adecuadas para que el cliente quisiera una de esas fincas, tal como si de cualquier otro producto se tratase.
Teniendo esto claro, cabría preguntarse en siguiente lugar cuáles son esas técnicas para lograr convencer a un posible comprador en su visita. Pues bien, según los profesionales, se trataría de aspectos sumamente subliminales a la par que decisivos, tales como la iluminación o el sonido de fondo.
Estos son detalles que no siempre se perciben de forma consciente, pero que condicionan la decisión del comprador al influir en cómo se siente este, en su estado de ánimo y en cómo proyecta su vida en tal lugar. Un proceso en el que este comprador potencial pasa de ver una casa a un hogar.

El neuromárketing como herramienta infalible si “se le echa gracia”
Los expertos recomiendan también sacar todo el partido del neuromárketing como método exitoso a la hora de vender casas a través de pequeños trucos, tales como poner un tipo de música con un volumen apropiado y alineado con el tipo de visitante. También es una gran idea colocar una fragancia determinada en diferentes estancias de la vivienda, según el uso que se les vaya a dar.
Cuando se trata de una vivienda que tiene pocos metros, debe dársele sensación de amplitud, colocando espejos o pintándola de colores claros, ya que esto realza su luminosidad. Si por el contrario es muy grande, habrá que añadirle elementos que den calor al hogar, por ejemplo, unos grandes cuadros decorativos o unas plantas.

Consigue que un cliente pague más por una casa gracias al neuromárketing
En opinión de los expertos, el sector inmobiliario haría bien en utilizar más el neuromárketing, teniendo en cuenta que con este, el éxito está garantizado. De hecho, a los pisos no se les suele tratar como productos, de forma que no se les da el valor y el cariño que merecen en el proceso de ventas, creando así una experiencia de usuario inolvidable para el visitante.
Por otro lado, el neuromárketing puede conseguir que se le suba el precio a una vivienda y sin embargo, el comprador lo pague sin problema alguno. Finalmente se trata de un tema de percepciones, y cuando se tiene una muy positiva, una persona está dispuesta a pagar más de lo que pensaba por una casa.