Joaquín Tomás Fortunati

Cada día nuestras autoridades nos sorprenden con más y mejores medidas para ahorrar energía. Estas medidas, naturalmente salen de la mente calenturienta de estos sesudos pensadores y salvadores de la patria. Tenga usted cien asesores cobrando todos unos sueldos astronómicos para que te aconsejen medidas como las de los ciento diez kilómetros por hora. Cualquier niño que empiece a estudiar las primeras fórmulas de física sabe que si disminuimos la velocidad diez kilómetros aumentará el tiempo que tenemos que invertir, por lo tanto de nada me vale disminuir diez kilómetros en la velocidad si voy a tener el motor actuando más tiempo, la verdad que esta medida no se la cree nadie, ni siquiera el mismo presidente del desgobierno que es esta nación.

Solamente hay una explicación y esa no la dicen, que es seguir crujiendo al españilito de a pie con multas totalmente desproporcionadas, eso es lo que van persiguiendo estos politicuchos de tres al cuarto que tenemos que soportar en esta sufrida nación.

Cuando era pequeño, me acuerdo que en España alguien descubrió un motor que funcionaba con agua, sí señores, con agua del grifo. Quiero acordarme que se basaba en la electrolisis del agua, este hombre sacó un prototipo para demostrar que su invento funcionaba y la verdad es que no se llegó a comercializar, seguramente se asustarían las autoridades, le comprarían la patente y acabarían con la historia. Desde entonces, las casas de coches han ido inventado motores basados en energías renovables, pero nunca los han llegado a comercializar, me temo que siempre han chocado con los gobiernos correspondientes y les han parado los inventos ya que no interesa, en el fondo que salgan coches que no utilicen el petróleo como fuente principal de energía. Deben tener en cuenta que de cada litro de gasolina, nuestras queridas autoridades, se llevan aproximadamente la mitad en impuestos, los cuales se perderían si este combustible no se utilizara. Esa es la pura verdad, a los gobiernos actuales no les interesa para nada ninguna energía que no sea el petróleo, lo que pasa es que tienen que proclamar otras canciones para quedarse con el sufrido pueblo. Solo imagínense por un momento que hubiera un combustible como el agua que se pudiera recargar con un simple grifo y que el estado no pudiera clavarnos con impuestos, eso sería tremendo para la cantidad de políticos indeseables que tenemos que mantener en cada una de las diecisiete parcelitas en que se ha convertido este pobre lugar y digo lo de pobre porque menos ellos, todos estamos empobreciendo por momentos.

Desgraciadamente en este problema hasta se ven respaldados por casi todos los estados. Esto no sucede solo en nuestro país, esto pasa a nivel mundial, todos los países están de acuerdo con los productores de petróleo para que la gallina de los huevos de oro, no se acabe por ahora. Siempre he soñado que algún día se pudiera circular con agua o hidrógeno, que por cierto no polucionarían nada y que los países productores de petróleo se tuvieran que tragar el oro líquido. Ya verían ustedes como el precio del crudo iba a bajar a niveles irrisorios. Ojalá este sueño se cumpliera algún día.