¿Cómo ayudar a una persona con problemas de ludopatía?
La ludopatía hoy en día es un problema muy presente entre la población española y del que hay que estar atento y preparado para actuar. Las primeras señales son esenciales para identificar el trastorno con tiempo y poder aplicar un tratamiento precoz.
Estas señales pueden variar ya que no todas se presentan al mismo tiempo. Normalmente las personas que sufren de ludopatía no encuentran el momento de dejar de jugar, se juegan dinero destinado a necesidades básicas como la comida, acaban por no disfrutar del juego sino que más bien éste les genera estrés y ansiedad, etc.
¿Qué puedo hacer si detecto estos comportamientos en un familiar?
Para quienes detectan estos comportamientos se recomienda buscar ayuda cuanto antes a un centro especializado de adicciones como la ludopatía en Alicante, donde no sólo se hace la terapia para trabajar el propio trastorno, sino que también se da apoyo psicológico o psiquiátrico según el caso, una ayuda que se hace imprescindible para el paciente.
La duración del tratamiento puede verse afectada por la motivación del afectado, no es lo mismo una persona que decide que quiere/necesita salir del agujero, que alguien que acude a terapia por imposición de un familiar, por ejemplo bajo amenazas: “o vas a terapia o te dejo” en el caso de las parejas, “o vas a terapia o te vas de casa”, en el caso de hijos que viven con sus padres, etc. También en algunos casos requerirá de acompañar la terapia con tratamiento farmacológico prescrito por un facultativo psiquiátrico.
Una vez iniciada la terapia el paciente comenzará a experimentar los primeros síntomas físicos de la abstinencia, estos son:
●Temblores
●Insomnio
●Sudores
●Náuseas
Que se acompañarán de otros síntomas psicológicos como:
●Depresión
●Pensamientos suicidas
●Llanto
●Irritabilidad
Los síntomas, que se acentúan durante los primeros 3-4 días, comienzan a desaparecer al cabo de las semanas o los meses, según el caso. En el momento en el que el paciente vuelve a casa como familiar de él debemos estar atentos, sin estar encima, pero manteniéndonos alerta ante posibles recaídas, ya que identificarlas con tiempo puede suponer una gran diferencia.