En estos últimos años estamos viendo como los contenidos audiovisuales están teniendo una relevancia mucho mayor en el mercado, por lo que crear un modelo de negocio de productora audiovisual puede ser un nicho muy rentable si se sabe cómo se tiene que explotar.

Y es que los contenidos de las cadenas TDT, de emisoras regionales o de locales, cada vez funciona mejor. De hecho, no hay nada más que ver cómo algunas compañías como Amazon, las cuáles no estaban relacionadas con este tipo de contenido, han decidido seguir adelante para montar sus productoras audiovisuales.

¿Cómo puedo montar una productora audiovisual? Paso a paso

Por todas las razones anteriores, es muy probable que no haya mejor momento que ahora para montar una productora audiovisual. Sin embargo, como ya podemos llegar a imaginar, no es algo que vayamos a conseguir de la noche a la mañana ni mucho menos; habrá que realizar toda una serie de trámites y por supuesto, llevar a cabo determinadas inversiones.

Trámites legales: Lo primero que tenemos que hacer es elegir la figura legal en la que vamos a iniciar este tipo de actividad; si vamos a ser autónomos (en el caso de que tan solo sea una persona la que dirija la empresa) o bien una sociedad (si son varias).

Además, habrá que estudiar si existen subvenciones para nuestro sector, así como los requisitos que se tienen que considerar a la hora de poder acceder a las mismas.

Plan de empresa: Al igual que con cualquier otro tipo de negocio, se tiene que establecer un plan de empresa. En él debe de figurar lo que queremos conseguir de este proyecto y cómo lo vamos a llevar a cabo.

Se incluirá los objetivos a medio y a corto plazo que se quieren alcanzar, los eventos, ruedas de prensa, presentaciones y de qué manera se va a conseguir la difusión de los contenidos.

Recursos: En este apartado incluimos tanto el recurso técnico (como son las mesas de control, las diferentes unidades móviles, las cámaras…), así como el equipo humano.

Como estamos hablando de un mercado en el que existe mucho material y que bien este se actualiza de forma continua, será crucial poder estudiar al dedillo las técnicas que se utilizan en esos momentos para lograr los mejores resultados.

Uno de los errores más habituales que se puede llegar a cometer es no elegir el material de la forma adecuada, no incluyendo algunas herramientas que sean imprescindibles cuando tengamos que empezar o bien elegir un exceso de las mismas que ni tan siquiera se vayan a usar, lo que podría llegar a afectar a la viabilidad del negocio.

Lo cierto es que es un proyecto de gran envergadura, por lo que no se recomienda que lo pueda emprender solamente una persona. Conviene recordar que hay grupos de expertos que se especializan en este tipo de sector y que nos pueden echar una mano cuando nos haga falta.

Un nicho muy rentable, siempre y cuando se sepa trabajar en él.