¿Cómo saber cuál es el fallo que está afectando a tu vehículo?
A pesar de que los coches son máquinas diseñadas para tener un largo periodo de vida útil, esto no les exime de sufrir fallos o daños. Y para poder atenderlos a tiempo, es útil saber cómo identificar el fallo que puede estar afectando al vehículo.
Ser dueño de un vehículo, sin duda, proporciona grandes ventajas que facilitan la vida de las personas. Es por ello que, apenas se percibe un sonido extraño, como vibraciones, olores inusuales, o se enciende la temida luz de advertencia, quiere decir que algo está fallando y esta puede ser la peor pesadilla.
Por fortuna, la mayoría de los problemas que presenta un vehículo, pueden solucionarse si estos son detectados a tiempo. En vista de ello, hablaremos sobre cómo se puede saber cuál es el fallo que puede estar afectando al vehículo.
Conoce el código de fallo
Por lo general, cuando un coche comienza a fallar, de inmediato las luces de advertencia se suelen encender. En este sentido, la forma más eficiente que tienen las personas para saber con exactitud dónde se está generando el fallo, es identificar los codigos de averia OBD2 o códigos DTC (siglas de Diagnostic Trouble Code, en inglés) que aparecen en la señal de check engine que se encuentra en el tablero del salpicadero de cada vehículo.
Debido a que son varios los tipos de códigos, memorizarlos tal vez sea un poco complicado. Pero esto no es problema, ya que las personas pueden apoyarse en una librería de códigos OBD2 o DTC en español que existe en internet, en la cual tienen un listado con los fallos más frecuentes y los no tan comunes que puede tener un vehículo.
Y lo mejor de todo, es que además de mostrar qué significa cada código, también explican los síntomas con los que se puede identificar el mismo, las causas que lo pueden estar provocando y cuáles son las posibles soluciones que existen para corregir dicho fallo.
Composición del código
Para entender mejor el código del fallo del motor, no solo es bueno disponer de una librería como la que se ha mencionado anteriormente, sino que también es aconsejable conocer la estructura o composición de dichos códigos, lo cual puede ser de mucha utilidad en momentos en los que no se tenga a mano la lista de códigos.
Entonces, cabe destacar que los códigos están compuestos por las tres partes siguientes.
Letra inicial
Por defecto, el código siempre comienza con una letra, que representa la parte del vehículo donde se está produciendo el fallo, como puede ser:
P = Powertrain o tren motriz.
B = Body, cuerpo o carrocería.
U = Network, red o sistema de transmisión de datos.
C = Chasis.
Números
Esta primera sección numérica, que sigue a la letra, puede ser de indicación universal o establecida por el fabricante. Los primeros son fáciles de diagnosticar y resolver, y por lo general, se identifican con el número “0”; mientras que los segundos son más complejos y se distinguen con los números “3”, “2” y “1”.
Segunda sección numérica
El tercer valor de los códigos corresponde a una segunda sección de números. Pero en este caso, los mismos van desde el 1 hasta el 9, y arrojan un tipo de información más específica sobre la avería, como puede ser la siguiente:
1. Un sensor en el medidor de combustible o del aire.
2. Sistema de alimentación, ya sea de los inyectores, la bomba del combustible u otros.
3. Sistema de encendido (bobinas, sensores de detonación, etc.)
4. Sistema anticontaminación (oxigeno calentador, catalizador, aire secundario, entre otros).
5. Sistema de marcha mínima, como la velocidad o la regulación del ralentí.
6. Módulo de Control del Motor.
7 y 8. Transmisión automática o tracción de las ruedas.
9. Módulos de control.
Al manejar toda esta información, puede ser mucho más fácil y rápido encontrar la solución al problema que pueda estar afectando al coche.