¿En qué consiste el funcionamiento de un puerto?
Antes de explicar cómo funciona, lo mejor es empezar diciendo qué es un puerto marítimo. La Unión Europea lo define como una zona de tierra y agua dotada de unas obras y equipo que permitan principalmente la recepción de buques, su carga y descarga, el almacenamiento, recepción y entrega de mercancías; así como el embarco y desembarco de pasajeros.
Existen puertos destinados al amarre de embarcaciones de recreo, a la carga y descarga de mercancías o a la reparación de navíos. El modelo más habitual es el destinado al transporte de cargas, como apuntan datos de la Organización Mundial del Comercio, que dicen que el 80% del total de mercancías que se mueve en el mundo se realiza mediante el transporte marítimo.
Además de clasificar los puertos según la actividad que realicen, también hay diferenciación según el ámbito en el que operan. Así, un puerto de cabotaje está destinado para la navegación entre dos muelles nacionales, mientras que el puerto de altura alberga transportes internacionales entre países distintos. Por su parte, en los puertos de mercancías la organización del puerto y la disposición del equipamiento resultan claves para lograr el óptimo funcionamiento del mismo, pero ¿cómo se estructura un puerto para tal fin?
Tres zonas diferenciadas
Los puertos suelen presentar tres áreas claramente diferenciadas en su interior según las necesidades de los usuarios que atienden. La primera de las áreas es la zona de acceso de los puertos, también conocida como marítima, la cual permite la llegada segura de los barcos a puerto mediante balizas, canales, dársenas, diques, etc. Se trata de uno de los momentos críticos de las operaciones marítimas, pues la profundidad en esta área y la capacidad de maniobra para los barcos suele ser mínima.
La siguiente de las zonas necesarias de un puerto es la terrestre, destinada principalmente a la mercancía. En este espacio se incluyen las diferentes estructuras que permiten la manipulación de la carga y también los depósitos para su almacenaje.
La tercera área diferenciada en un puerto se trata de la zona de enlace, integrada por las conexiones con industrias terrestres, los propios accesos al puerto mediante tierra y también donde se alojan las oficinas relacionadas con las actividades administrativas, aduanas y aranceles.
Algunos puertos de gran tamaño poseen incluso una cuarta zona donde se asientan industrias básicas.
Zona terrestre y terminales
Es importante matizar que para la organización fluida de un puerto, el sistema clasificatorio más común para las zonas terrestres son las terminales. Un puerto es el espacio terrestre y marítimo de aguas calmadas para el transporte de personas o mercancías, mientras que las terminales son las instalaciones que, dentro del propio puerto, facilitan el transporte de cargas entre barco y otros medios de transporte. Para una perfecta fluidez, suelen organizarse según el tipo de mercancía que reciben: terminal de pasajeros, terminal para carga líquida, terminal para graneles,etc.
Dentro de la propia terminal, hay distintas infraestructuras que garantizan el funcionamiento del puerto según donde se sitúen. Las infraestructuras marítimas son las que permiten el atraque y desembarque de los barcos con toda seguridad. Dentro de esta clasificación se encuentran los bolardos para el amarre, las defensas, los distintos sistemas de asistencia al atraque, etc.
Por otro lado, el equipamiento terrestre es el que da acceso a la manipulación de mercancías o personas y también su almacenamiento. Dentro de esta infraestructura se sitúan las grúas de barcos, las pasarelas que permiten el acceso a los operarios, a los pasajeros, o los sistemas de repostaje de combustible.
Las diferentes estructuras y equipamientos, no solo permiten asegurar el perfecto funcionamiento de un puerto de forma fluida, sino que también garantizan la plena seguridad en ellos. Para conseguir los mejores resultados resulta imprescindible una buena planificación y organización de las instalaciones portuarias, por ello se hace necesario recibir asesoramiento de especialistas en equipamiento portuario como Prosertek, que ofrecen un servicio global a sus clientes.