¿Es la mezquita una “iglesia musulmana”?
Jesús D Mez Madrid. La mezquita-catedral de Córdoba sigue siendo objeto de disputa, esta vez se discute el dueño legítimo de su titularidad, si es la diócesis de Córdoba o los cordobeses. Entre 2007 y 2008, la Junta Islámica dirigió una carta a Benedicto XVI, por medio de la nunciatura apostólica, en la que solicitaba compartir su uso para que los musulmanes pudieran realizar en ella el rezo individual.
El entonces obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, explicó en un comunicado las seis razones por las que esta proposición no era posible. Para los judíos, el templo era la morada de Dios entre los hombres. Para los cristianos, la iglesia es el edificio destinado al culto divino, es también casa de oración y de reunión y lugar de enseñanza de la fe cristiana.
El cristiano también puede orar desde cualquier lugar porque Dios está presente en toda su creación. Pero cuando ora en la iglesia católica sabe que está en la presencia real del Hijo de Dios. Es propiamente la casa de Dios porque allí se celebra y reserva la Eucaristía. Es el lugar sagrado indiscutible porque allí está Dios en persona encerrado por amor y por su propia voluntad. Para el musulmán es una aberración limitar al Infinito, al más Grande.
Solo una precisión, como sostenía J. Ratzinger en su Introducción al cristianismo, la imagen cristiana de la verdadera grandeza de Dios es precisamente esa: “Es divino no estar encerrado en lo máximo y sin embargo estar contenido en lo mínimo. Ese espíritu ilimitado, que contiene la totalidad del ser, supera ‘lo más grande’ porque para él es pequeño, pero cabe también en lo más pequeño, porque para él nada es demasiado pequeño”. Aprisionar al más Grande es la diferencia fundamental entre la iglesia y la mezquita aunque en ambas se proclame la grandeza absoluta de Dios.