A lo largo de los últimos años, hemos visto cómo se han ido poniendo más de moda una serie de técnicas para ayudar a las personas a reducir el estrés y encontrar una mayor relajación, sobre todo en las grandes ciudades, con esa rutina diaria que tantas veces acaba arrollando. Técnicas y deportes como el yoga, técnicas de motivación como el coaching personal o empresarial o bien prácticas como el mindfulness están más de moda que nunca.

Una vida diaria en la que el estrés es protagonista

Y es que, en las grandes ciudades, por regla general, se está sometido a un estrés que acaba formando parte de nuestra vida. Las personas se acostumbran a vivir en un constante estado de ansiedad, de nerviosismo, de alteración. De idas y venidas.

Por eso, cuando se empieza a ser consciente de que son el estrés y la ansiedad los que dominan nuestra vida, se empiezan a buscar soluciones que nos permitan bajarnos de ese “carro” de angustia.

Una de esas soluciones, realmente efectiva y positiva para todo aquel que la practica, es el todavía desconocido mindfulness, una manera de reducir el estrés.

Qué es el mindfulness

El mindfulness o atención plena se define como la capacidad de prestar atención al presente, al aquí y ahora, observando sin juzgar las diferentes experiencias que se suceden momento a momento.

Se trata de una herramienta conductora que nos sirve para reducir el estrés, para mejorar los problemas de salud, el estado de ánimo, inducir a la relajación. También para iniciar una especie de proceso de autoconocimiento, para poder llegar a entender cómo funcionan nuestro cuerpo y nuestra mente, su conexión y la forma en la que actuamos.

El mindfulness está reconocido por el Instituto Nacional de Salud de EE.UU y por el Sistema Nacional de Salud del Reino Unido como intervención de Medicina Mente-Cuerpo y tratamiento útil.

¿Mindfulness intensivo o prolongado en el tiempo?

Las personas que se interesan por este tipo de terapias, de herramientas de mejora espiritual y corporal, se plantean cómo comenzar, cómo dar los primeros pasos. Actualmente podemos optar por dos vías: la del camino del mindfulness intensivo o el mindfulness como un curso que se prolonga durante semanas, poco a poco.

En el curso de mindfulness intensivo se aprenden a utilizar las diferentes técnicas de meditación y movimiento consciente para usarlas en el día a día nada más finalizar el curso y salir a nuestra vida real.

Se aprende a gestionar la ansiedad, el estrés y los estados de ánimo, así como a vivir el presente y a comenzar la meditación. Se trata de un día entero dedicado a ello, durante 8 horas y con un descanso para comer.

La otra opción es un curso prolongado durante unas cuantas semanas en las que, poco a poco, ir introduciéndose en el interesante mundo del mindfulness. Paso a paso. Ideal para todos aquellos que tienen algo más de tiempo o para los que quieren interiorizar esta herramienta de una manera paulatina.

Encuentra tu centro mindfulness en Madrid

Precisamente hay un centro de mindfulness en Madrid que se ha convertido en uno de los más reconocidos. Se trata del centromindfulnessmadrid.com, ubicado en plena Gran Vía.

El Centro Mindfulness Madrid es un Centro de Psicología especializado en realizar programas de Mindfulness específicos para diferentes personas y tipos de problemas.

Están autorizados por la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid como Centro Sanitario, avalados por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid y por el Consejo General de la Psicología de España, y cuentan con acreditaciones de la EFPA para realizar programas de psicología en la Unión Europea.

Además, tienen disponibilidad de diferentes tipos de cursos para iniciarse en el mundo del mindfulness tanto de manera intensiva como prolongada en el tiempo, en función de las necesidades de cada persona.

Las nuevas técnicas como el mindfulness nos permiten encontrar esa relajación que, de otra manera, queda perdida entre la rutina diaria, entre el estrés, entre el tráfico de cada día, entre el ruido de la gran ciudad. Reiniciar y conectar con uno mismo está más a la orden del día que nunca.